Conocidos los programas de gobierno de los tres principales contendientes, éstos se distinguen por el perfil de continuidad en el Movimiento Al Socialismo (MAS), de revisión de lo hecho en Comunidad Ciudadana (CC) y de desmontaje en Bolivia dice No.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) publicó ayer los documentos de los siete partidos y dos alianzas políticas que participarán de las elecciones generales del 20 de octubre. De los tres partidos que encabezan las encuestas, con las debidas distancias, se pudo establecer coincidencias en temas entre el MAS y CC, y el mayor alejamiento de Bolivia dice No.
El MAS y CC, por ejemplo, reconocen la importancia de la urbanización del país y plantean ampliar la cobertura de los servicios básicos, aunque CC habla de “ciudades verdes, inclusivas e inteligentes”. También coinciden en el desarrollo del litio: para el MAS, ser el primer eslabón en la industria de las baterías y CC, buscar un “gran pacto de unidad” en el tema, tras la inserción en la cadena del valor global del litio.
Con el énfasis en la continuidad, el MAS insiste en los proyectos de industrialización de los recursos naturales, lucha contra la corrupción y mejores condiciones de vida para los bolivianos. Sin embargo, remarca la implementación de la agenda del pueblo para el bicentenario en cuatro áreas prioritarias: inclusión social y bienestar; oportunidades económicas y empleo digno; un Estado orientado a satisfacer las necesidades de la gente y desarrollo con respeto a la Madre Tierra.
Trabajo. “Estas cuatro dimensiones se asientan en una base de estabilidad macroeconómica, profundización de la industrialización y desarrollo de proyectos estratégicos, tanto para la generación de excedente económico, como para la sustitución de importaciones, a fin de permitir la continuidad de las políticas vigentes y el financiamiento de nuevas políticas a partir de 2020”, indica.
Otra proposición también señala que hay un trabajo nuevo en el contexto internacional, a pesar del incierto panorama económico mundial y, sobre todo, regional; y las disputas geopolíticas entre China y Estados Unidos. Por eso destaca que, adicionalmente, Bolivia tiene nuevos actores económicos como India y Rusia.
Respecto a la propuesta de CC, esta alianza plantea 16 puntos de solución con ocho medidas de salida urgentes para el país que se basan en la plena vigencia del artículo 168 de la Constitución Política del Estado y convocar a los actores políticos con representación parlamentaria para consensuar una agenda de elecciones, en base a la meritocracia, para las autoridades judiciales, de la Fiscalía, la Contraloría, la Procuraduría y la Defensoría del Pueblo. Advierte con llevar adelante un programa de lucha sin cuartel contra la corrupción.
“Daremos una respuesta sistémica a estas prácticas. Empezaremos realizando auditorías con instituciones como la Aduana y el Servicio de Impuestos Nacionales. Asimismo realizaremos profundas reformas en el Sistema de Justicia y Policía, así como en las instancias que ejecutan la mayor parte de la inversión pública, YPFB, ENDE y ABC”.
Por último, la fuerza política Bolivia Dice No propone asumir “20 compromisos urgentes” que iniciarían durante los primeros 100 días de gestión, lo que permitirá además —asegura— establecer un gobierno de manos limpias.
La alternativa 21F destaca el ataque frontal a los ilícitos, con la consigna “caiga quien deba caer”, en las empresas y agencias públicas, los programas y contratos del Estado, adoptando medidas enérgicas para frenar el despilfarro y la apropiación del dinero. Además, piden cambiar los métodos del Órgano Legislativo.
Asimismo, anuncian crear la ley de acceso a la información pública y transparencia institucional, para promover y facilitar la vigilancia ciudadana y de los medios de comunicación; y la ley de contrataciones estatales para la seguridad.
Hace especial énfasis en llevar a fondo la autonomía, con su federalización, aunque dentro de los límites de la Constitución.