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Los bolivianos acuden a las urnas bajo la sombra de la incertidumbre postelectoral

Este domingo 20 de octubre los bolivianos asisten a una elección de carácter casi plebiscitario que decidirá la continuidad o el cambio del presidente Evo Morales Ayma. Pero la principal interrogante no es únicamente quién ocupará la silla presidencial en el periodo 2020-2025, sino si tendrá la espalda suficiente para garantizar un período de estabilidad política, económica y social, al menos similar al de los últimos años.

La decisión está en manos de 7.315.364 habilitados en el padrón electoral, quienes en el último tramo del proceso eleccionario fueron testigos de una tensa pulseta política que antes que exponer los programas de gobierno apostó por los ataques y la descalificación.

Con todo, la votación se decidirá entre nueve candidatos, dos de los cuales encabezaron todas las encuestas de votación: Evo Morales del Movimiento Al Socialismo (MAS), quien conduce el país desde enero de 2006 y que busca su tercera relección continua, y el expresidente Carlos Mesa, quien tuvo un corto paso por la silla presidencial entre el 17 de octubre de 2003 y el 9 de junio de 2005.

Además de ellos disputan la silla presidencial Óscar Ortiz de la alianza Bolivia dice No (21F), Chi Hyun Chung del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Félix Patzi del Movimiento Tercer Sistema (MTS), Víctor Hugo Cárdenas de Unidad Cívica Solidaridad (UCS), Ruth Nina del Partido Acción Nacional Bolivia (PAN-Bol), Virginio Lema del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) e Israel Gutiérrez del Frente Para la Victoria (FPV).

Por primera vez en la historia del país los candidatos (al menos ocho de ellos) fueron elegidos en elecciones primarias, aunque en un accidentado proceso que puso en aprietos al Tribunal Supremo Electoral (TSE). El postulante del PDC, un pastor evangelista nacido en Corea del Sur y nacionalizado boliviano,  fue habilitado sin haber participado en primarias y pronto se disparó hasta el cuarto lugar en las encuestas con sus planteamientos ultraconservadores.

En lo inmediato, el desenlace de este proceso, cuyos primeros resultados se conocerán alrededor de las 20.00, según ha previsto el TSE, determinará si el país continúa por otros cinco años bajo el esquema gubernamental del denominado “proceso de cambio” o abre las puertas a una nueva administración luego de 13 años.

Ello podría ocurrir en primera vuelta, según proyectaron algunas encuestas, aunque otras abrieron la posibilidad de una segunda vuelta, lo que complicaría la situación de Morales, ya que la tercera fuerza en pugna, Bolivia dice No, anticipó que, de darse el caso, de ninguna manera apoyará al candidato oficialista. Además, PDC, UCS y MNR hicieron campaña abierta abanderando la necesidad de cambiar a Morales en la conducción del Gobierno.

Pero además de este resultado inmediato, la duda es saber qué ocurrirá con la gobernabilidad en los próximos años, con un partido en función de gobierno, sea cual fuere, que ya no contará de entrada con los dos tercios de voto en la Asamblea Legislativa Plurinacional, como ocurrió con el MAS, pero que además deberá enfrentar expresiones de resistencia en las calles.

De un lado, aliados de sectores sociales afines al MAS anticiparon que defenderán el proceso de cambio en las calles de ser necesario y, del otro, multitudinarios cabildos realizados en al menos cinco capitales advirtieron con desconocer los resultados de la elección ante la menor señal de fraude.

Para tener dos tercios en el Senado se requieren 24 escaños y ninguno de los frentes en carrera se acerca a ello, siempre según las encuestas. Para la mayoría absoluta bastan 19.

Hasta días antes del silencio electoral el vicepresidente y candidato a la reeleción, Álvaro García Linera, admitió que el desafío es mantener los dos tercios, aunque consideró que la gobernabilidad estará suficientemente garantizada con la mayoría absoluta, ya que los dos tercios se necesitan básicamente para la elección de autoridades judiciales y el inicio de juicios de responsabilidades.

El escenario es más complejo para Mesa, para quien las encuestas auguran que difícilmente podrá consolidar una bancada con mayoría absoluta, aunque sí podría lograr alianzas post electorales con la tercera fuerza, siempre que ella logre presencia en la Cámara Alta.

En todo caso, las encuestas mostraron tantas diferencias entre ellas que esta vez plantean más dudas que certezas sobre lo que ocurrirá realmente con el voto de los bolivianos.

En otro escenario de incertidumbre es el económico, que según las proyecciones afectará por igual a quien gane la elección, sea de oficialismo o de la oposición. Con la caída de los ingresos por la venta de gas y los pronósticos desfavorables para la economía en la región, el panorama no es alentador para el próximo gobierno.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) bajó su pronóstico de crecimiento económico para Bolivia este año, del 4 por ciento proyectado en abril pasado a 3,9 por ciento.

Tras participar en la presentación de un estudio titulado Entre el Riesgo y la Incertidumbre, el analista Fernando Mayorga utilizó una figura que resume este panorama. Dijo que el próximo gobierno deberá “navegar contra el viento”.

“A diferencia de los primeros años de lo que denominamos el proceso de cambio, que presentaba un contexto internacional favorable, política y económicamente, hoy día estamos en un contexto internacional adverso, incierto”, resumió, según publica este domingo el suplemento Animal Electoral de la edición impresa de La Razón.

En lo interno, la elección de este domingo se realiza en medio de una pausa en dos conflictos, el del sector salud que se extendió por casi dos meses y afectó a miles de pacientes, y el del Comité Cívico Potosinista que hace dos semanas inició movilizaciones en rechazo a un decreto supremo referido a la industrialización del litio y a la demanda de mayores regalías mineras.

El rumbo de ambos se decidirá la próxima semana, a la par que el TSE vaya avanzando en el escrutinio oficial que decidirá al ganador de las elecciones generales de este año y el peso de su bancada en la Asamblea Legislativa Plurinacional. (20/10/2019)