A ocho días de las elecciones presidenciales del 20 de octubre y en medio de un clima tenso generado por el descontento y respaldo a su resultado, el Gobierno anunció este lunes la conformación de una “comisión transparente” que se encargará del proceso de la auditoría del sufragio que estará a cargo de la Organización de Estados Americanos (OEA).
“En los siguientes días, lo más pronto posible se va a conformar esta comisión y se va delimitar qué es lo que tiene que revisarse y, por su puesto, se va a conformar una comisión más amplia, aún no hemos definido bien, el Presidente está trabajando en eso”, anunció el vicepresidente Álvaro García en una conferencia de prensa.
“Hay que hacer una comisión lo más transparente (posible), porque somos los más interesados en que todo se transparente, todo el acto electoral quede transparentado para que se valide el voto sagrado de los bolivianos”, complementó.
Opositores al gobierno del presidente Evo Morales, declarado vencedor de las elecciones en primera vuelta, cuestionan el veredicto de las urnas que fue avalado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) el viernes.
El opositor Carlos Mesa, principal contendor del mandatario boliviano, denunció un “gigantesco fraude electoral” y ha llamado a movilizaciones para defender el voto, aunque hasta la fecha no ha hecho pública una denuncia formal de ese ilícito.
Para el Gobierno, los opositores alientan un plan de golpe de estado. Ratificaron, en medio de paros y bloqueos que afectan a varias regiones del país, que la única forma de pacificar el país es una auditoría al escrutinio “acta por acta” que ya pactó con la OEA. Resta el parámetro del acuerdo marco que dará lugar a esa labor.
No obstante, grupos más radicales de cívicos como el Bloque del Sur ya hablan de desconocer el proceso electoral y convocar a nuevas elecciones. Otros, subieron más el tono de sus discursos con pedido de renuncia de Morales. (28/10/2019)