Icono del sitio La Razón

La batalla política se afianza en La Paz; Evo ratifica que no renunciará y llama a la defensa

Dos fuerzas, una que defiende al presidente Evo Morales y otra que se moviliza para sacarlo del cargo, se concentran en La Paz, ciudad sede del Gobierno boliviano que se dispone a convertirse en el escenario decisivo de esa batalla política que comenzó hace 19 días, tras las denuncias de fraude electoral. Las últimas refriegas han calentado el ambiente, pero, una vez más, el presidente Evo Morales le ha dicho a sus bases, al país y al mundo, que no renunciará.

El Consejo de las Federaciones Campesinas de los Yungas (Cofecay) de La Asunta y la Alianza de  Organizaciones sociales de Mujeres por la Revolución Democrática y Cultural tomaron el centro de la urbe este viernes para pronunciarse por la paz y reclamar el respeto al voto y la victoria en primera vuelta del gobernante.

Por su lado, médicos, universitarios y sectores que consideran que hubo fraude en las elecciones marcharon en el mismo lugar para exigir su renuncia. Las protestas se cruzaron, pero la tensión no pasó de los insultos. Hace dos días, un cruce similar en Cochabamba dejó unos 89 heridos y un fallecido.

Día que pasa, diversos sectores de las dos fuerzas opuestas se movilizan en el día, pero la alarma se enciende en la noche, cuando los detractores de Morales, pertrechados de escudos de latón, cascos de motociclistas y de obreros, y munidos de máscaras y palos, se enfrentan con bloques de defensa del oficialismo, hasta que interviene la Policía.

Hace un par de noches, los mineros asalariados usaron cachorros de dinamita, prohibidas por ley, para desarticular a los manifestantes que intentan a diario llegar a la Casa Grande del Pueblo.

Ante esa eventualidad, dos de los promotores de las protestas, el cívico cruceño Luis Camacho y su par de Potosí, Marco Pumari, han urgido que se trasladen refuerzos hasta la sede de gobierno para ejercer presión en pos de la renuncia de Morales, que pretenden concretar haciendo que firma una carta.

La mañana de este viernes partieron al menos cinco buses desde Potosí con universitarios de esa región y de Chuquisaca para reforzar su “lucha” en La Paz. lo hicieron  en medio del llanto de la gente que los despidió. Una acción similar alistan los estudiantes de la Universidad Gabriel René Moreno de Santa Cruz y otro grupo de estudiantes y cívicos de Sucre.

En el otro frente, la medida fue replicada por estudiantes de la Universidad Indígena Tupac Katari, que iniciaron una marcha a La Paz con el anuncio de que defenderán al país del golpe de estado denunciado por el oficialismo. Además de ello, campesinos de poblaciones intermedias entre Potosí y Oruro y Oruro y La Paz inslataron bloqueos para contener a los movilizados rumbo a la capital política del país.

Ante ese polarizado y conflictivo escenario, el presidente ha ratificado, como lo hiciera el jueves , que no va a renunciar al cargo y arengó a los sectores que lo respaldan a defender la democracia y su gobierno, cuyo mandato fenece el 22 de enero del próximno año. Dijo que no está solo en Bolivia ni el mundo.

“La derecha qué dice, quiero que sepan, ‘Evo tiene que renunciar’; quiero decirles, hermanas y hermanos, a ustedes, a toda Bolivia y al mundo ¡No voy a renunciar!, somos electos por el pueblo, respetamos la Constitución, vamos a defender nuestro proceso y desde el Desaguadero, frontera con Perú, convoco a todos nuestros movimientos sociales, a todos los sectores que están por la patria, la vida, la igualdad, la paz y la justicia social a defender nuestro proceso de cambio”, remarcó en un acto en el municipio fronterizo de Desaguadero.

El cívico Camacho anunció que entregará la carta de la renuncia del presidente Morales el lunes. Para el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, y la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, lo que los opositores intentan es tomar la casa de gobierno por la fuerza con los refuerzos que llegan de otras regiones. (08/11/2019)