La presidenta Jeanine Áñez anunció este miércoles las dos tareas fundamentales de su gestión, la primera es derogar la sentencia constitucional que avala la repostulación y, la segunda, es la convocatoria a elecciones transparentes en el tiempo más breve posible. Asimismo, pidió a los funcionarios a poner sus cargos a disposición del nuevo Gobierno.
“Por tratarse de una reposición del orden constitucional este mandato presidencial de carácter estrictamente provisional tendrá dos objetivos fundamentales”, sostuvo.
Detalló que el primero es la derogación de “la sentencia inconstitucional 0084/2017 de 28 de noviembre de 2017”.
El segundo es “la convocatoria a elecciones generales en el tiempo más breve posible, tal como lo establece nuestra Constitución de elecciones limpias y transparentes con la presencia de todos los actores que cumplan los requerimientos constitucionales”.
La nueva mandataria remarcó que “no hay un golpe de estado en Bolivia”, sino “una reposición de la legalidad constitucional” debido a que “ésta y no otra ha sido la lucha del pueblo boliviano, que fue en las calles la defensa del voto ciudadano y por eso mi tarea será que ese voto se haga valer cuanto antes”.
Antes explicó que llegó al poder “siguiendo escrupulosamente el mandato constitucional y una vez habilitado el procedimiento por el Tribunal Constitucional y constatada la aceptación de dicho procedimiento por la Fuerzas Armadas y la Policía Nacional y la totalidad de las organizaciones políticas que lucharon por la democracia”.
Para Evo Morales, las movilizaciones de una veintena de días alentada por cívicos y apoyada luego por un motín policial que derivó en su renuncia fueron parte de un golpe.
“No quiero dejar de reconocer el inmenso papel jugado por los líderes cívicos, la Policía Nacional, por la Fuerzas Armadas y por todas aquellas instituciones que han dado un paso al frente cuando la patria lo necesitaba, a todos ellos los convoco ahora a una transición pacífica y democrática, hablo de transición sin ambigüedades, de un cambio de régimen, de revocar las condiciones que nos habían convertido en un país totalitario para construir valores”, sostuvo.
Puntualizó que en el país “habían desaparecido explícitamente la separación de poderes, al libertad de prensa, las garantías constitucionales, los derechos de las autoridades electas” y de los “colectivos que no fueran afines al gobierno”.
Sobre los conflictos que golpean a La Paz, El Alto y otros lugares del país, Añez destacó que “hoy comienza una ruta pacífica y democrática para reponer la legalidad”, por ello anunció que encomendó a las FFAA y la Policía que “garanticen la pacificación del país”.
“Se acabaron las persecuciones y el amedrentamiento en Bolivia”, sostuvo tras destacar que su administración no consentirá “enfrentamientos entre bolivianos” y “preservaremos los derechos civiles y políticos de todos los ciudadanos de Bolivia”.
En ese marco, anunció “la normalización inmediata de las actividades y servicios públicos y privados”, convocó a los funcionarios públicos a retornar inmediatamente a sus puestos y a ejercer con normalidad sus funciones” y urgió “de manera especial” que “todos los cargos públicos sin excepción deberán ponerse a disposición del nuevo gobierno de la nación ya sea para arbitrar la sucesión o la continuidad en el puesto”. (13/11/2019)