Con el fin de anular una supuesta "operación política", la Cancillería de Bolivia cesó a casi todos sus embajadores designados por el saliente Evo Morales y decidió que sólo mantendrá a los representantes diplomáticos en Perú y el Vaticano. La administración de Jeanine Áñez dejará al siguiente gobierno designar a sus colaboradores en el servicio exterior.
La información fue dada a conocer al mediodía de este viernes por la canciller Karen Longaric en una conferencia de prensa.
“La Cancillería de la República ha cesado en sus funciones a los embajadores políticos del anterior gobierno como corresponde. Generalmente, cuando hay un cambio de gobierno, son los embajadores quienes presentan la renuncia, pero esta vez no lo hicieron”, dijo.
“Un 20% de embajadores sí presentaron renuncia y a los otros los hemos cesado en sus funciones. Ya las embajadas no van a ser un punto operación política a partir de ese momento”, precisó la jefa de la diplomacia boliviana.
En ese marco, anunció que “se mantiene el embajador ante la Santa Sede”, Julio César Caballero, y "el embajador ante la República del Perú por consideraciones de índole humano”.
Sobre este último caso, referido a Gustavo Rodríguez Ostria, Longaric puntualizó que “está atravesando ciertos problemas que no vale la pena mencionarlos, pero es una persona que ha realizado una buena gestión ante el gobierno peruano y será el próximo gobierno el que tome otras decisiones”.
Remarcó que “este es un gobierno de transición, entonces tampoco vamos a designar nuevos embajadores porque debe ir por la Asamblea Legislativa, en este momento no es posible; además, dejaremos esa tarea al próximo gobierno”.(15/11/2019)