Morales apunta a las FFAA en los aprestos “golpistas” previos a su renuncia
Según repitió en entrevista con Carmen Aristegui, en CNN, un primer raro incidente sufrió el sábado 9 de noviembre, cuando al llegar al aeropuerto de Chimoré uno de sus agentes de seguridad le comentó que le pidieron entregar al mandatario a sus detractores a cambio de “50 palos”, $us 50.000.
El renunciante presidente Evo Morales contó la noche de este viernes varios detalles previos de su dimisión, en los que –en su criterio— estuvieron involucrados militares.
Según repitió en entrevista con Carmen Aristegui, en el canal estadounidense CNN, un primer raro incidente sufrió el sábado 9 de noviembre, cuando al llegar al aeropuerto de Chimoré uno de sus agentes de seguridad le comentó que le pidieron entregar al mandatario a sus detractores a cambio de “50 palos”, $us 50.000.
Al día siguiente, según relató Morales, otro hecho llamó su atención. Antes de partir de la terminal presidencial de El Alto con rumbo también a Chimoré, en el Chapare de Cochabamba, el piloto del avión FAB-01 no quiso ni siquiera abrir las puertas de la nave. “El piloto (coronel Guzmán) no quiso levantar el vuelo, ni siquiera abrir el avión”, dijo.
Era un par de horas antes de la renuncia, presionado por un estallido político y el informe preliminar de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre la auditoría al cómputo de votos de las elecciones del 20 de octubre, que detectó fraude debido a irregularidades en el sistema informático.
Un tercer incidente con militares que contó Morales se trató de aprestos sospechosos a su arribo a Chimoré, poco antes de su dimisión. Dijo que siempre llegaba al área comercial del aeropuerto, pero –según el relato— misteriosamente el piloto estaba girando el aparato en otra dirección. “Mientras leía mi celular me estaban llevando a la terminal militar”, dijo.
Contó que vio desde la ventanilla cómo vehículos militares se aprestaban a rodear el avión. “Había militares armados y uniformados en el hangar”.
Sin embargo, lo más fuerte de los aprestos ocurrió minutos antes de la renuncia, que lo hizo por televisión nacional junto los entonces vicepresidente Álvaro García y la ministra de Salud, Gabriela Montaño, en Chimoré.
Ese domingo, en una breve rueda de prensa en La Paz, el entonces comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, sugirió la renuncia de quien en diciembre de 2018 le nombró en el cargo. “Nos sumamos al pedido del pueblo boliviano de sugerir al presidente Evo Morales que presente su renuncia”, dijo el jefe castrense.
Según dijo Morales, dos días después de su renuncia, Kaliman le imponía la banda presidencial a la senadora Jeanine Áñez, como mostró luego en una fotografía el candidato presidencial Óscar Ortiz en Twitter.
Áñez se proclamó sucesora de Morales en trámite rápido luego de declararse presidenta de la Cámara de Senadores en reemplazo de Adriana Salvatierra, que había renunciado a la sucesión presidencial. No hubo protocolo ni resolución alguna, salvo la invocatoria al artículo 170 de la Constitución, en el acto breve.
Luego de ingresar al Palacio Quemado, Áñez apareció con la banda presidencial en los balcones hacia la plaza Murillo. (16/11/19)