Si hasta el martes aún había paso y transporte hasta Santiago II; ayer, toda la vía hasta Senkata quedó totalmente bloqueada, y los distritos 1, 2 y 3 se sumaron al Distrito 8 exigiendo justicia por los caídos en el operativo militar-policial y la renuncia de la presidenta Jeanine Áñez.
La muerte de ocho personas y un saldo de casi 30 heridos tras el enfrentamiento de vecinos con policías y militares el martes al mediodía —cuando los pobladores intentaban evitar la salida de 50 cisternas de la planta de Senkata— enardeció más a los alteños ayer. “Vamos a marchar a La Paz, vamos a pedir justicia esto no puede quedar así”, dijo Freddy Rojas, dirigente del Distrito 8.
Ayer, centenares de vecinos velaban a seis cuerpos en la parroquia 25 de Junio a donde también llegaron pobladores de otros lugares de El Alto. “Ahora serán los 14 distritos los que se sumarán a Senkata con el pedido de renuncia de la presidenta Áñez”, indicó por su parte Germán Santos, dirigente del Distrito 1.
El bloqueo ahora no solo es en el Distrito 8, ayer las calles y avenidas del 1, 2 y 3 también estaban incomunicadas. “Vamos a reforzar los bloqueos. “Senkata no está sola, por eso vamos a bloquear todo El Alto”, señaló Eddy Mamani Álvaro, directivo del Distrito 3.
“¡Áñez asesina! ¡Áñez asesina!”, gritaban vecinos de ese distrito. En otros barrios, el transporte también es escaso, porque varias gasolineras siguen cerradas ante la falta de carburantes.
Durante el velorio de los cuerpos en el Cruce Senkata, los directivos decidieron marchar a la ciudad de La Paz. Por la tarde, los pobladores oraban por quienes partieron y en sus alocuciones denunciaban lo que para ellos fue “la masacre del martes”.
La instrucción era esperar una reunión con todos los representantes de los 14 distritos alteños. “Aún no nos hemos puesto de acuerdo para las futuras acciones a tomar, pero la gente está exigiendo que se esclarezcan los hechos y la autoría de las muertes y, claro, la renuncia de Áñez y su ministro de Gobierno (Arturo) Murillo”, precisó Héctor Mamani, otro dirigente del Distrito 8.
Algunos vecinos llegaron incluso a sindicar —sin pruebas— a la alcaldesa alteña Soledad Chapetón como una de las instigadoras, por ello también piden su renuncia, según expresó la dirigente Romualda Colque, del mismo distrito. Este martes, la vivienda de los padres de Chapetón, donde ella vive también, fue blanco de un ataque por parte de una turba que provocó un incendio y destrozos en una parte del inmueble.
Ayer no se vio al directivo Basilio Villazante, secretario ejecutivo de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) afín al Movimiento Al Socialismo (MAS), el que sí habló —de acuerdo con un despacho de radio San Gabriel— fue Elías Suxo, uno de los dirigentes de la Central Obrera Regional (COR) de El Alto, quien pidió “deponer actitudes de violencia y buscar la pacificación”.
Mientras algunos distritos alteños anuncian radicalizar las medidas de presión, una marcha de vecinos recorrió ayer la avenida Juan Pablo II en demanda de paz y el retorno a la normalidad.
Son varios los distritos donde sus pobladores demandan trabajar sin restricciones, dado que viven al día. Algo similar pasó en Ciudad Satélite el fin de semana.
En otras zonas, como Alto Lima, la gente busca desesperada el gas licuado. Ayer, solo llegaron 400 unidades de GLP a la urbe alteña. Por si eso no fuera suficiente, algunos choferes de minibuses comenzaron a cobrar Bs 1,50 el pasaje, cuando la tarifa mínima en El Alto es Bs 1.