Montenegro, extraditado a Brasil, deja una carta en la que apunta al exjefe de la FELCN
El abogado Ariel Góngora reveló que el sindicado de liderar una compleja red narco en el país y la región, dejó una carta en la que apunta al extitular de la FELCN Maximiliano Dávila de urdir una vendetta en su contra. Con un reforzado operativo policial lo trasladaron desde Palmasola hasta la frontera con Brasil.
El procesado por narcotráfico Pedro Montenegro fue extraditado este viernes a Brasil, nación que pidió su extradición en 2015 y cuyo trámite se pudo concretar este viernes en medio de un reforzado operativo de agentes policiales de élite. Antes de irse dejó una carta en la que denuncia que se violaron sus derechos humanos y apunta al exjefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) Maximiliano Dávila.
Una caravana de vehículos fuertemente armados y el traslado en un helicóptero hasta la localidad fronteriza de Puerto Suárez, marcaron el inusitado movimiento de la fuerza del orden.
Su abogado, Ariel Góngora, reveló que el sindicado de liderar una compleja red narco en el país con vínculos con otras naciones de la región, dejó una carta notariada en la que apunta a Dávila de urdir una vendetta y responsabiliza de la violación de los derechos humanos, de él y su familia, a los gobiernos de Evo Morales y Jeanine Áñez.
“A mi amada familia que con mucho dolor, tristeza y un nudo en la garganta abandonaré por algún tiempo, a mis amigos, compañeros, colegas y fraternos que conocen mi capacidad de emprender algún trabajo desde abajo siendo siempre bendecido y próspero y ahora como hombre formado en derecho sé que mi mejor opción de ser libre en Brasil porque lamentablemente en mi país no hay Justicia por la injerencia política”, leyó el jurista.
Montenegro, según la nota que divulgó su abogado, acusó de supuestos “atropellos” de sus derechos humanos y los de su “sagrada familia” al gobierno de Evo Morales, pero también a la actual administración de Jeanine Áñez.
Se declaró víctima de “una rivalidad personal y de carrera del coronel Maximiliano Dávila Pérez, quien no descansó hasta destruir todo lo que tenía a su alcance y por una serie de intereses, poder extorsión para beneficio económico y pase libre para sus delitos, creando cortinas de humo y poniendo al servicio de un tirano narcogobierno, pero no importa”.
Dávila fue hasta hace poco director nacional de la FELCN. Mantuvo el cargo cuando estalló el escándalo, lo que no sucedió con el exjefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Santa Cruz Gonzalo Medina y el capitán Fernando Moreira, a quienes la Justicia procesa por narcotráfico.
En su misiva, Montenegro añadió que “Dios es justo y de los ojos de él no podemos librarnos, sin embargo el castigo de Dávila Pérez no creo que se dé en Bolivia, pero sí estoy seguro que la DEA sí sabrá qué hacer y sus subordinados serviles”.
Luego apunta que “ahora, con este gobierno transitorio me encuentro delante de una política de gabinete, lavarse las manos de la mejor manera, quienes buscaron copiar y al mejor estilo de anteriores dictadores nuevamente volviendo a manosear la Justicia, vulnerando todos los principios procesales, criterios y jurisprudencia ya antes plasmada ratificada por la Fiscalía en cuanto a mi solicitud de extradición diferida”.
En ese marco, calificó como “arbitrario e ilegal” el traslado y el trámite de extradición. Apuntó también al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de “manipular” fecha y registro y “no tomando la soberanía constitucional” con el fin de ganarse “dos laureles” con el actual gobierno.
Góngora se quejó porque los agentes le impidieron a él y a la esposa del procesado de tomar contacto con su defendido.
“No me han dejado entrar, no me dejado hablar, (Montenegro) no ha podido hablar con nadie. ‘Desconozco’; ‘son órdenes superiores, órdenes de arriba’, dicen. Es el mismo actuar del anterior gobierno, al parecer las órdenes superiores nunca se perdieron” .
Procesos
En Bolivia tiene sentencia de seis años de prisión por los delitos de falsedad ideológica y uso de instrumento falsificado, al haber adulterado su identidad para hacerse pasar como Pedro Hoffman Sainz.
Durante las investigaciones policiales y tras haberse entregado hace casi seis meses en Bolivia se conoció que tenía una actividad económica de venta de ropa con un capital de unos 40.000 bolivianos, pero no obstante se le incautaron bienes por un valor de $us 4,1 millones.
Por ello, la Fiscalía también lo investiga por legitimación de ganancias ilícitas y tráfico de sustancias controladas, entre otros delitos. Según las pesquisas, Montenegro montó una narcored en coordinación con policías y operadores de justicia.
Góngora dijo que en estos dos últimos procesos “son más de 15 cuerpos que tienen, es todo lleno de recortes de periódico, informes y allanamientos, no un solo hecho indiciario que repercuta que mi cliente haya estado traficando el tiempo que haya estado en Bolivia el tiempo que haya estado él o para que haya ese proceso en Brasil”. (29/11/2019)