“¡Qué vergüenza!”. Así calificó el reconocido periodista y comentarista argentino Andrés Oppenheimer la determinación de la presidenta Jeanine Áñez de presentarse como candidata en las próximas elecciones del 3 de mayo. Lo hizo en una de sus columnas de opinión publicada en el diario El Nuevo Herald.
“La presidenta interina de Bolivia traicionó su mandato”, así titula el artículo del reconocido periodista y analista, en el que señala: “Justo cuando pensábamos que Bolivia estaba haciendo una transición a la democracia después del fraude electoral del expresidente Evo Morales, la presidenta interina Jeanine Áñez ha traicionado su mandato al anunciar que se postulará para la presidencia en las elecciones del 3 de mayo”.
También califica dicha determinación como la “decisión más egoísta y miope” que podría haber tomado la mandataria. “Básicamente, deslegitima a su gobierno interino, y dará nuevos argumentos a quienes, erróneamente, afirmaban que el exgobernante Morales fue víctima de un golpe”.
Recuerda que Áñez era la segunda vicepresidenta del Senado cuando le tocó asumir la Presidencia de Bolivia, con el mandato de convocar elecciones, tras la renuncia de Morales, su vicepresidente y los presidentes de ambas cámaras, todos del Movimiento Al Socialismo (MAS), tras las protestas por las irregularidades en las elecciones del 20 de octubre, corroboradas por dos misiones de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Asimismo, reseña la renuncia de Morales, quien dijo ser víctima de un “golpe”, cuando en su criterio su decisión se debió al “levantamiento popular contra su golpe electoral”.
Asevera que, con su decisión, Áñez “ha traicionado su promesa” de convocar a elecciones limpias, ya que como Presidenta “podrá utilizar recursos estatales para ayudar a su candidatura. Y si gana, dejará dudas sobre las credenciales democráticas de lo que debería ser el primer gobierno democrático boliviano después de casi 14 años de autocracia”.
“Mi humilde sugerencia a Áñez es que retire su candidatura presidencial. Si cumple con su promesa anterior de organizar elecciones libres y regresar a su casa, pasará a la historia como la estadista que restauró la democracia boliviana”, finaliza.
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