España acusa a Bolivia de haber puesto en riesgo a sus diplomáticos y seguridad
España "espera encontrar en las autoridades interinas bolivianas esa misma disposición" a mantener las relaciones bilaterales”, dice el gobierno de Pedro Sánchez una vez conocido el informe sobre el incidente con agentes encapuchados en la residencia de la Embajada de México en La Paz, en diciembre de 2020

Casi dos meses después del incidente en la residencia de la Embajada de México en La Paz que derivó en la expulsión de dos diplomáticos y cuatro agentes de seguridad, el Ministerio de Relaciones Exteriores de España denunció que entonces Bolivia puso en riesgo a su personal.
Según informa hoy el diario español El País, España acusó al gobierno de Jeanine Áñez de haber puesto en riesgo la seguridad de la encargada de Negocios de la Embajada de España en Bolivia, Cristina Borreguero, y el cónsul en La Paz, Álvaro Fernández, quienes, con el apoyo de cuatro policías encapuchados del Grupo Especial de Operaciones (GEO), visitaron de cortesía a la embajadora de México María Teresa Mercado, el 27 de diciembre del año pasado, en su residencia de la zona La Rinconada.
Entonces, ante la grave crisis política en el país que derivó en un diferendo diplomático entre Bolivia y México, el delegado de la Unión Europea (UE) en La Paz, el español León de la Torre, sugirió a las distintas representaciones europeas en el país una visita a Mercado, en el afán de bajar las tensiones entre La Paz y México por la decisión del gobierno de Andrés Manuel López Obrador de asilar en su territorio al dimisionario presidente Evo Morales y su vicepresidente, Álvaro García, además de otros nueve colaboradores en la residencia del barrio paceño.
La iniciativa degeneró en un incidente que a la postre motivó –como anunció la canciller boliviana Karen Longaric— la expulsión de Mercado, Borreguero, Fernández y los cuatro agentes, el 30 de diciembre. Éstos últimos acompañaban a los dos diplomáticos españoles a la residencia de la embajadora mexicana cuando fueron interceptados y casi detenidos por agentes de la Policía Boliviana, hasta que huyeron del lugar del incidente.
La ministra Longaric, en rueda de prensa, había señalado que los “presuntamente diplomáticos encapuchados y armados”, como la embajadora Mercado, fueron declarados personas no gratas y a las que les solicitó “que abandonen el país en un plazo de 72 horas”.
Según el informe que cita El País, España consideró que de parte de Bolivia hubo una "falta de voluntad de reconducir constructivamente la situación”. La información fue develada como una respuesta parlamentaria respecto del incidente solicitada por el diputado de EH Bildu Jon Iñarritu.
Como informó el lunes La Razón citando a la agencia internacional Europa Prees, en la investigación encomendada por la misma UE el Ministerio de Relaciones Exteriores de España determinó también que los agentes no tenían la intención de rescatar a los colaboradores de Morales, asilados en la residencia de La Rinconada inmediatamente después de la renuncia del mandatario boliviano, el 10 de noviembre de 2019.
Desde el 27 de diciembre, las relaciones entre Bolivia y España están distantes, como con México. Y Madrid decidió no mandar de vuelta a La Paz a su embajador, Emilio Flores.
El gobierno de Pedro Sánchez, según el diario español, considera a Bolivia “un país hermano” y “espera encontrar en las autoridades interinas bolivianas esa misma disposición” a mantener las relaciones bilaterales.
Bolivia no ha hecho conocer aún su posición respecto del informe, aunque se prevé que Longaric pueda declarar mañana a su vuelta de Europa, adonde fue a atender asuntos relativos al juicio sobre manantial Silala que enfrenta al país y a su vecino Chile.
En la Embajada de México en La Paz se encuentran asilados los exministros Juan Ramón Quintana y Wilma Alanoca, además del exgobernador de Oruro Víctor Hugo Vásquez y el exdirector de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (Agetic) Nicolás Laguna, entre otros. El exministro César Navarro y el exviceministro Damián Dorado abandonaron la residencia haciendo uso del salvoconducto que les había otorgado la Cancillería, recurso que fue violentado cuando al salir del edificio fueron detenidos por efectivos policiales y funcionarios del Ministerio Público.