México pide a la OEA comparar su informe sobre ‘fraude’ en Bolivia y análisis del MIT
México solicitó a la Organización de Estados Americanos (OEA) “aclarar las discrepancias entre el análisis contenido en la nota de The Washington Post (elaborada por dos expertos del Laboratorio de Ciencias y Datos Electorales del MIT) y el análisis de la OEA”.
Mientras la OEA se ratificó en su informe sobre irregularidades en las elecciones de octubre en Bolivia, México solicitó al organismo comparar este documento que fue la base para anular dichos comicios con el estudio que señala que no hay evidencia estadística de fraude en el país.
Según informan este viernes el diario español El País y la agencia rusa Sputnik, entre otros, la misión permanente de aquel país norteamericano solicitó la noche del jueves a la Organización de Estados Americanos (OEA) una respuesta escrita para “que aclare las discrepancias entre el análisis contenido en la nota de The Washington Post (elaborada por dos expertos del Laboratorio de Ciencias y Datos Electorales del MIT) y el análisis de la OEA”.
El diario estadounidense publicó el jueves un análisis sobre los resultados de las elecciones del 20 de octubre de 2019 en Bolivia elaborado por los expertos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por su sigla en inglés) John Curiel y Jack R. Williams en el que se descarta que haya habido fraude. "No hay ninguna evidencia estadística de fraude que podamos encontrar: las tendencias en el conteo preliminar, la falta de un gran salto en el apoyo a (Evo) Morales después del alto y el tamaño del margen de Morales parecen legítimos. En general, el análisis estadístico y las conclusiones de la OEA parecerían profundamente defectuosos", concluyen los analistas.
La Cancillería de México difundió la solicitud ante los corresponsales extranjeros en Washington, en la que, además, reclama que “en su caso, que se reconozcan las afectaciones de derechos humanos derivadas de los errores en el análisis de la OEA”.
La reacción de la OEA ante el análisis divulgado por The Washington Post no se dejó esperar. Gonzalo Koncke, jefe de gabinete del secretario general de la OEA, Luis Almagro, envió una carta a los editores de la página The Monkey Cage, alojada en la web de The Washington Post, para expresar su rechazo al análisis de Curiel y Williams.
Solicitud de la Misión mexicana en la OEA sobre denuncias fraude electoral en Bolivia
“El mencionado artículo contiene múltiples falsedades, inexactitudes y omisiones. La pieza distorsiona deliberadamente el informe final de la auditoría de las elecciones en Bolivia”, señala el principio de la misiva.
“El artículo ignora los principales hallazgos de la auditoría de la OEA. Esos resultados demuestran inequívocamente que hubo ‘manipulación intencional’ de las elecciones en dos áreas”; continúa Koncke.
El funcionario de la OEA describe, primero, que “la auditoría detectó cambios en las actas y la falsificación de las firmas de jurados de mesas” y, segundo, que se constató que en el procesamiento de los resultados se redireccionó el flujo de datos a dos servidores ocultos y no controlados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), lo que posibilitaba la manipulación de datos y la suplantación de firmas”.
El análisis de los expertos del MIT concluye que no hubo "diferencia estadísticamente significativa en el margen (que obtuvo Evo Morales) antes y después de la suspensión de la votación preliminar".
Según datos publicados por el entonces TSE, el Movimiento Al Socialismo (MAS), de Morales, ganó las elecciones con el 47,08% de los votos, seguido de la alianza Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa, que logró 36,51%. A la postre, dichos resultados fueron anulados al influjo del informe preliminar de la OEA.
En su estudio, Curiel y Williams cuestiona que "si el hallazgo de la OEA fuera correcto, esperaríamos ver el aumento en el margen de votación de Morales poco después de que se detuviera el conteo de votos preliminares, y el margen de elección resultante sobre su competidor más cercano sería demasiado grande para ser explicado por su desempeño antes de que se detuviera el conteo preliminar".
La OEA sorprendió el 10 de noviembre del año pasado con un informe preliminar sobre la autoría a las elecciones encargada a un equipo especial cuyas conclusiones señalaban graves irregularidades en el proceso electoral.
La emisión del documento, además de la presión social y política, y la sugerencia de las Fuerzas Armadas a renunciar, obligaron a Morales a presentar su dimisión. Desde ese día, el ahora expresidente mantiene la posición en sentido de que le robaron la victoria del 20 de octubre y denuncia golpe de Estado.
Dos días después, la otrora senadora de Unidad Demócrata (UD) Jeanine Áñez asumió “ipso facto” el poder en reemplazo de Morales, quien ya se había asilado en México junto al también dimisionario exvicepresidente Álvaro García.
Áñez asumió la presidencia en sendas sesiones del Senado y la Asamblea Legislativa sin presencia de la bancada del MAS ni el quorum reglamentario, solo con base en un comunicado del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) que señalaba la necesidad de una sucesión “ipso facto” ante la ausencia de poder en el país.