Con el anuncio del inicio de la “normalización” de las relaciones entre Bolivia y España ambos países se aprestan a dejar atrás un grave incidente en diciembre, cuando dos diplomáticos y cuatro agentes españoles fueron expulsados por el Gobierno tras un confuso hecho.
Las cancilleres de Bolivia, Karen Longaric, y de España, Arancha González Laya, se reunieron este domingo en Montevideo, en ocasión de la posesión del presidente uruguayo Luis Lacalle Pou, para iniciar conversaciones sobre la recuperación de las relaciones bilaterales.
Desde el 30 de diciembre ambos países no cuentan con embajadores en razón de que la administración transitoria de Jeanine Áñez declaró personas no gratas a la encargada de Negocios de la Embajada de España en Bolivia, Cristina Borreguero, y el cónsul en La Paz, Álvaro Fernández, además de cuatro agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO).
A sugerencia del delegado de Unión Europea (UE) en La Paz, el español León de la Torre, el 27 de diciembre los dos diplomáticos visitaron de cortesía a la embajadora de México en La Paz, María Teresa Mercado, en su residencia de La Rinconada, con el objetivo de bajar las tensiones políticas entre Bolivia y México.
La visita terminó con un grave incidente: el Gobierno creyó que la presencia de los cuatro agentes españoles en el lugar buscaba la liberación de nueve colaboradores del dimisionario presidente Evo Morales asilados allí.
Longaric denunció que los “encapuchados” “intentaron ingresar de forma subrepticia y clandestina” a la residencia e implicaban una “potencial amenaza” para el país.
Días más tarde, el 30 de diciembre, había señalado que los “presuntamente diplomáticos encapuchados y armados”, como la embajadora Mercado, fueron declarados personas no gratas y a las que les solicitó “que abandonen el país en un plazo de 72 horas”. “En reciprocidad al gesto hostil del Gobierno interino de Bolivia", el gobierno de Pedro Sánchez decidió también expulsar al encargado de Negocios de Bolivia en Madrid, Luis Quispe Condori; a los agregados militar, Marcelo Vargas Barral, y policial, Orso Fernando Oblitas Siles.
Desde esa fecha ni España ni Bolivia “devolvieron” sus embajadores.
Este domingo, por separado, la Cancillería de Bolivia y la propia canciller González Laya anunciaron el inicio de las conversaciones para la normalización de las relaciones entre ambos países.
El acercamiento se produce luego de que el Ministerio de Relaciones Exteriores de España presentar un informe, sugerido entonces por la UE, en el que señaló que la presencia de los cuatro policías españoles cubiertos con bragas tácticas no tenía la intención de rescatar a los colaboradores de Morales. Es más, consideró que los cuatro agentes estuvieron en riesgo al ser filmados y perseguidos por civiles y efectivos policiales bolivianos.
Las autoridades bolivianos rechazaron el informe español. (02/03/2020)