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Morales califica de ‘represión brutal’ la gasificación para evacuar a legisladores de Senkata

El expresidente Evo Morales acusó al gobierno de Jeanine Áñez de cometer “una represión brutal” en contra de las personas que en Senkata reclamaban justicia por los muertos y heridos en la violencia desatada en medio de un desbloqueo para evacuar combustible de la planta de hidrocarburos emplazada en esa zona de El Alto, en noviembre pasado.

La Defensoría del Pueblo también condenó el uso indiscriminado de la fuerza pública por parte de agentes de la Policía Boliviana, que gasificaron a los familiares de las víctimas de la masacre de Senkata, ocurrida en noviembre del pasado año, y afectaron a un centenar de niños de la Unidad Educativa 25 de Julio, según un boletín institucional.

Los familiares de los heridos y muertos se concentraron en la sede social de la zona, donde se tenía prevista la instalación de una sesión del Senado en homenaje al aniversario de El Alto. Un fuerte resguardo policial fue dispuesto para dar seguridad a los legisladores e invitados al acto legislativo.

“Condenamos la represión brutal del gobierno de facto contra mis hermanos de #ElAlto que hoy reclamaban justicia, recordando la Masacre de Senkata. Los golpistas no respetaron a mujeres ni a niños y los gasificaron. En #Bolivia se siguen violando los DD.HH.”, reclamó Morales en un mensaje en Twitter, desde su asilo en Argentina.

Vestidas de luto, muchas personas llegaron al lugar desde la parroquia, donde participaron de una misa en memoria de sus seres queridos muertos en noviembre por impactos de bala. Increparon a los uniformados e insultaron a legisladores como Óscar Ortiz y a otros de Unidad Demócrata, a quienes responsabilizaron de lo sucedido tras la renuncia de Evo Morales.

Ante esa situación, los policías hicieron uso de agentes químicos para dispersar a los movilizados y permitir la evacuación de los legisladores. Escolares de una unidad cercana fueron afectados por los gases lacrimógenos.

En Senkata se bloqueó y cercó la planta de hidrocarburos instalada en la zona en apoyo a Morales, lo que generó un desabastecimiento en la ciudad de La Paz. Fuerzas combinas de policías y militares desactivaron el bloqueo en medio de una violencia que dejó nueve muertos por herida de bala. El Gobierno aseguró que no hubo disparos desde las fuerzas combinadas.

"Después del decreto de impunidad, después de que no hay nadie en la cárcel por los crímenes de Senkata, el pueblo alteño tiene todo el derecho de movilizarse pacíficamente. La respuesta de la dictadura es más represión. El Alto de pie, nunca de rodillas", insistió Morales en referencia al decreto que liberaba de responsabilidad penal a los militares que participen de los operativos del restablecimiento del orden. Esa norma fue anulada ante la crítica nacional e internacional que desató.