Murillo dice que el caso Respiradores es más una conspiración que corrupción
"Saquen ustedes sus propias conclusiones. Nosotros trabajaremos para que exista transparencia en nuestro pueblo. Más que corrupción, es una conspiración", dijo el Ministro
El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, aseguró este jueves que el caso Respiradores es más una conspiración contra el gobierno de Jeanine Áñez que un hecho de corrupción como –dijo- puede demostrarse de los mensajes y flujo de llamadas de dos involucrados, Fernando Humérez y Fernando Valenzuela, con gente vinculados al Movimiento Al Socialismo (MAS).
«Saquen ustedes sus propias conclusiones. Nosotros trabajaremos para que exista transparencia en nuestro pueblo. Más que corrupción, es una conspiración», afirmó en una conferencia de prensa en la que el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), Iván Rojas, mostró contacto de los acusados con el expresidente Evo Morales y otros.
Rojas explicó que una pericia forense al celular de Humérez detectó que se realizaron y recibieron 5.800 llamadas, entre el 1 de enero y el 19 de mayo de este año. Dijo que al menos 50 llamadas salientes fueron al dirigente de los cocaleros Andrónico Rodríguez.
Humérez fue denominado “testigo clave” e hizo 19 llamadas a Morales. En la lista también figuran personalidades como la gobernadora de Cochabamba, Esther Soria; el exministro de Salud Anibal Cruz, a quien llama en 76 oportunidades; y Saul Lara, exministro en el gobierno de Carlos Mesa; y el exministro Carlos Romero, encarcelado por el caso UELICN.
También, según Rojas, se recuperaron mensajes entre Fernando Valenzuela, exasesor Jurídico del Ministerio de Salud, y personalidades como el exministro Marcelo Navajas, el cónsul en Barcelona Alberto Pareja, que tiene detención domiciliaria, y el propio Humérez, quien fue presentado en un principio como “testigo clave” y que ahora está en la cárcel junto con el resto de involucrados.
No pudieron recuperar los mensajes del detenido con la exministra Gabriela Montaño porque -según Rojas- utilizaban Telegram u otros en sus conversaciones y solo hacían timbrar sus celulares para el contacto. Hubo tres contactos detectados. “En fecha 19 de mayo horas antes de ser aprehendido se da un conversación a horas 13.16 por 16 minutos”, sostuvo.
A partir de los datos expuestos, Murillo dijo: “En mi criterio, después de haber visto este estudio, en lugar de ser un caso de corrupción es conspiración contra el gobierno de Jeanine Áñez”.
Cuando se destapó el caso y se conoció a los implicados, autoridades del Gobierno cuestionaron el por qué no se había retirado a personal que trabajó con el MAS como Valenzuela, quien estuvo trabajando con Montaño, incluso en el Legislativo.