El MAS y cocaleros fustigan al TSE y Murillo amenaza con juicio, ahora por ‘alzamiento armado’
La Sala Plena del TSE anunció la postergación de las elecciones del 6 de septiembre al 18 de octubre y levantó una polvareda de reacciones a favor y en contra. El martes, la COB realiza una marcha de rechazo a la determinación.
La determinación del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de suspender las elecciones del 6 de septiembre al 18 de octubre sigue desatando polémica. El opositor Movimiento Al Socialismo (MAS) y cocaleros del Chapare fustigaron a la entidad, lo que provocó una nueva amenaza de proceso por parte del ministro de Gobierno, Arturo Murillo, ahora por “alzamiento armado”.
La Sala Plena del TSE anunció la decisión el jueves y levantó una polvareda de reacciones. Por una parte la aplaudieron, entre ellos el Gobierno y la presidenta-candidata Jeanine Áñez; por otra la rechazaron, sobre todo desde el MAS y sus bases. Incluso el expresidente Evo Morales, desde Argentina, señaló que es un acto golpista y un golpe a la democracia.
Los vocales electorales Francisco Vargas y Daniel Atahuachi expresaron su disidencia con la forma en que la Sala Plena asumió la postergación, indicando que la Ley 1304, de Postergación de Elecciones Generales 2020, aún está vigente y que una eventual modificación de la fecha de los comicios amerita la aprobación de una nueva norma por parte de la Asamblea Legislativa.
En medio, un comunicado de la bancada del MAS en la Cámara de Diputados califica como un abuso la decisión del TSE, por ser “unilateral y arbitraria”, saltándose el aval del Legislativo y exponiendo a los vocales a una “eventual responsabilidad”. El partido opositor indica que la fecha del 6 de septiembre para la realización de las elecciones responde a un acuerdo político.
“Un acuerdo impulsado por el propio TSE con los partidos políticos y en el cual también se consideraron los factores de salud de la pandemia y las debidas medidas de bioseguridad para la jornada electoral”, complementa el documento, que afirma que los comicios son una “urgente necesidad para solucionar la crisis política que arrastramos desde el año pasado”.
“El gobierno transitorio (de Áñez) utiliza irresponsablemente la pandemia con fines políticos para prorrogarse en el poder y dejar hoy a Bolivia en una crisis económica, política y sanitaria sin precedentes. La multiplicación exponencial de casos, la falta de medidas de bioseguridad, de pruebas masivas, de hospitales colapsados, son prueba de ello”, dice el comunicado.
A la par, los cocaleros del Trópico de Cochabamba, afines al MAS, lanzaron una advertencia mediante su ejecutivo Leonardo Loza. “Cualquier conflicto social, cualquier derramamiento de sangre que pueda ocurrir va a ser responsabilidad directamente del Órgano Electoral que, recalco, unilateralmente, violando todas las normas del país, intenta posponer las elecciones”.
La primera marcha de rechazo
La Central Obrera Boliviana (COB) anunció el viernes la realización de una marcha contra la determinación del TSE, que partirá desde Ventilla (El Alto) y llegará hasta el centro de La Paz para la organización de un cabildo que tomará “futuras acciones” para que se respete la fecha del 6 de septiembre, informó el secretario ejecutivo de la institución, Juan Carlos Huarachi.
Ante los anuncios, sobre todo de los cocaleros del Chapare, el ministro Murillo salió al frente para advertir con mano dura. “Las amenazas que han hecho en las últimas horas, especialmente del señor Loza, son muy peligrosas y claramente esto puede ser considerado como alzamiento armado. Están amenazando al país de que puede haber sangre”, dijo en una conferencia.
Más todavía, adelantó que ya encomendó tomar medidas penales. “Hemos ordenado al equipo de abogados que haga la denuncia correspondiente con respecto a aquello. Nuestra labor es salvar vidas y también es dar seguridad al país, aquel que se trate de hacer al vivo con la seguridad del país puede estar seguro que nosotros lo vamos a dejar donde debe estar”.
El Gobierno fue uno de los principales impulsores para que las elecciones no se realicen en septiembre, bajo el alegato de que Bolivia llegará al pico de contagios por el coronavirus en ese mes. No obstante, ahora con la determinación del TSE, aparecen voces desde el oficialismo que aseguran que la crisis sanitaria empeorará y se debería analizar una fecha posterior.
El ministro de Obras Públicas, Iván Arias, dijo que “la decisión no sé si es la más correcta, postergar casi un mes, pero que las elecciones en septiembre iban a ser difíciles, sí iban a ser; es una decisión importante, y en mi opinión personal es que de una vez deberíamos hacer una nueva convocatoria a elecciones, es decir, pongámonos una fecha un poco más (larga) pero convoquemos a elecciones”.
(25/07/2020)