Dibujo Libre
El ingeniero Édgar Villegas, quien en octubre de 2019 denunció fraude electoral tras comparar las actas y datos del TREP con las del Cómputo oficial, ha vuelto a la agenda mediática. Lo hizo con el anuncio de la Fiscalía de que le está imputando por instigación pública a delinquir, con la masiva solidaridad que tuvo de parte de la oposición al MAS, con haberse declarado, ante la “opinión pública internacional”, “perseguido político”, y con el eufórico “¡no nos van a doblegar, carajo!”
Es la ocasión para una relectura de al menos una parte de lo que el ingeniero denunció, tanto en el programa televisivo Jaque Mate en el canal universitario el 24 de octubre de ese año, como en su texto Informe sobre irregularidades identificadas en las elecciones en Bolivia realizadas el 20 de octubre de 2019 del 1 de noviembre de 2019 (196 páginas).
Doloso ‘volteo’ de resultados
Lo primero que Villegas denunció en Jaque Mate fue el ‘volteo’ que hubo en algunas actas. Éstas, por lo general registran una columna de votación por el Presidente y otra por el diputado uninominal de la región. El ‘volteo’ consiste en que si el acta se la llenó con X votos para Presidente y Y votos para el diputado, en el registro numérico de los datos en el Cómputo oficial las cifras están al revés: las Y para Presidente y las X para el diputado. Es el caso del acta 24442 (El Alto), donde con el ‘volteo’, apunta el ingeniero, se incrementa de 87 a 130 votos al MAS y se disminuye de 33 a 29 a CC.
Es un error que los jurados tratan de enmendar advirtiéndolo en la casilla de Observaciones que tiene el acta, escriben que los resultados “están invertidos”. Esto no vale para Villegas porque la advertencia apareció sólo en el acta del Cómputo, cuando no estaba en la foto de la misma acta en el TREP.
“Lo alarmante es que se ha alterado (el acta); ha aparecido aquí (en la casilla de Observaciones) más observaciones; y eso no puede pasar, porque cuando se envía al TREP, se envía la fotografía del acta final antes de sellar; no puede haber ninguna alteración”.
Villegas parte del supuesto de que la foto para el TREP es lo último que se hace antes de cerrar el sobre de seguridad. La descripción del procedimiento que hace el director de Neotec (gestor del TREP), Marcel Guzmán de Rojas, desmiente dicho supuesto. Si bien la foto para el TREP debía ser al cierre del acta, los operadores tenían la instrucción de enviar la foto y el resultado lo antes posible, pues para eso era el TREP, para el resultado rápido; la prueba de esto es que entre las 18:00 y 21:30 del día de la elección en la nube del TREP se recibió 90% de las actas.
De modo que en muchos casos, el operador del TREP no pudo registrar algunos añadidos o correcciones que eventualmente hicieron los jurados en el acta después de cerrarla; para esas rectificaciones estaba la casilla de Observaciones. En cuanto al “volteo”, es notoria la intención de criminalizar el error.
Acta 30863 (Cochabamba), negligencia del transcriptor
Las actas que publicó el Órgano Electoral, tanto en el TREP como en el Cómputo constan de dos partes: la imagen misma del acta y la columna de transcripción de los datos. En el caso de la 30863, Villegas denuncia que si bien en la imagen del TREP la transcripción es correcta, no lo es en el acta del Cómputo: de 119 votos para Presidente en CC, se le baja a 106, una pérdida de 13 votos.
Revisando el acta, se ve que se trata de una pésima transcripción en el Cómputo oficial; en el acta las sumas cuadran perfectamente, pero en los datos transcritos hay varios errores. Es una negligencia del transcriptor del acta. Ahora, si bien CC pierde 13 votos, Villegas no dice que el MAS, por la misma mala transcripción, pierde 16 votos, cuando se le debía anotar 59, se le puso 43.
Acta 1253 (Buenos Aires, Argentina), acta ilegible
Villegas se queja de la mala calidad de la imagen del acta en el Cómputo oficial. “Aparte que no se ve nada, no hay firmas de los jurados electorales”, destaca, y remata: al MAS se le asigna 100 votos de 150 válidos: “acá arrasó el MAS (…) otra mesa con fraude que ganó el MAS”.
Lo que no dice el ingeniero es que se trata de la foto de una copia y no del original del acta.
Reclama que en el Cómputo oficial no se tengan escaneadas las actas del extranjero. Omite el hecho de que para las 1.507 actas provenientes del exterior del país se había previsto que para el Cómputo oficial se iban a usar las imágenes del TREP, porque las actas en físico tardarían en llegar a La Paz.
Acta 28800 (La Paz), disminución de la votación para Carlos Mesa
En esta acta en el Cómputo oficial hay un evidente perjuicio para Carlos Mesa: de 59 votos asignados a CC en el acta, en la columna de datos apenas se anota 3; “le han reducido 56 votos”, denunció Villegas.
Se trata de la corrección de un error en el acta. Lo que no señala el ingeniero es que en la misma acta, en el recuadro de Observaciones, un jurado electoral aclara que la votación de CC para Presidente efectivamente es de 3 votos. Ahora, haciendo cuentas, si se pusiera 59 en vez de 3, los votos válidos se dispararían a 124, casi el doble de lo (correctamente) anotado en el acta, 68 votos válidos.
Acta 30931 (Cochabamba), incremento de 50 votos al MAS
Aquí, el MAS para Presidente apenas tiene 5 votos, y en la columna de transcripción de los datos, en lugar del 5 se anota 55, 50 votos asignados “arbitrariamente”, reclama Villegas.
Lo que no dice el ingeniero es que esta acta en el archivo del OEP, en la parte inferior, tiene un “proveído” firmado por los 5 vocales departamentales; en esta aclaración oficial hecha por la autoridad electoral se dice que el MAS tiene 55 votos porque esto fue verificado “con las hojas de trabajo” de la mesa. El proveído es del 22 de octubre de 2019 y figura en la cara posterior del acta.
Actas 75457 (Santa Cruz) y 90231 (Pando) alteración de datos e imagen del Cómputo
Curiosamente, en ambos casos se trata de la confusión entre el 4, el 1 y el 9. En el caso del acta cruceña, Villegas denunció que en el archivo Excel se publicó 47 votos para el MAS, una hora después, esta cifra cambió a 97; evidencia de “directa manipulación”. Revisando el acta en el archivo del OEP, se ve que se trata de un error de escritura: estaba 47 porque en el acta quien la llenó escribe muy parecidos el 4 y el 9 (no completa el círculo del 9 en su parte superior). Ahora, sólo con el “aumento” a 97 luego cuadran las cifras totales. Lo mismo pasa en el acta pandina, esta vez en desmedro de CC, de 49 que debía tener, se pone 41. Aquí el ingeniero tiene razón, pues lamentablemente en los datos oficiales se anotó el errado 41.
Acta 71252 (Santa Cruz) Actas que aparecen y desaparecen en el archivo Excel
Villegas reclama que en el archivo Excel (el registro de los datos de todas las mesas) hay actas que aparecen y desaparecen, algo anómalo, que muestra que hubo “manipulación manual” de algo “informatizado”, “todo debería ser automático, no debería haber estas sorpresas”.
Guzmán de Rojas aclaró esto en su Informe Final al TSE del 28 de octubre de 2019: las subidas y bajadas de las actas en el archivo Excel se deben a correcciones que se hace a los datos oficiales tras confrontarlos con los del TREP. Cuando se va corregir los datos de un acta, esta no se publica en el archivo Excel y el número de actas computadas disminuye por un tiempo; una vez corregida, el acta vuelve a aparecer en el archivo Excel.
Más votos por Evo que el total de votos válidos, 7 actas
Villegas habla de 7 actas en que el MAS tiene más votos que el total de los votos válidos, las actas 1579 (Argentina), 10971 (Sucre), 24402 (El Alto), 28298 (Sicasica), 27742 (Ichoca, La Paz), 32733 (Arani) y la 34071 (Vinto, Cochabamba).
Revisando dichas actas, se evidencia que, en todos los casos, se trata de sumas defectuosas de los votos válidos. Lo lamentable es que el Órgano Electoral transcribió en el resultado oficial los datos errados, y lo peor, lo hizo pese a que en algunas actas los propios jurados corrigen el error en la casilla de Observaciones.
Pasa, entonces, que Villegas si bien registró y denunció las 7 irregularidades en el archivo Excel, no indagó la fuente, las actas del archivo del OEP, no se preguntó qué es lo que realmente pasó.
(*)Iván Bustillos es periodista