38 años de democracia en el país, luz tras la dictadura
Las elecciones de domingo 18 de octubre consolidarán un gobierno legítimo.
Pasaron 38 años desde que Hernán Siles Zuazo fue posesionado como Presidente Constitucional de la República de Bolivia, tras una serie de golpes de Estado. El periodo democrático sufrió un embate en 2019 del que solo los comicios del 18 pueden sacarlo.
La necesidad de tener un presidente legítimamente elegido por los bolivianos es actualmente una imperiosa necesidad como lo fue en 1982, después de una serie de gobiernos de facto, desde el golpe militar de René Barrientos Ortuño, que terminó con el periodo gubernamental del MNR, liderado por Víctor Paz Estenssoro.
En ese entonces, el general Guido Vildoso gobernaba un país asfixiado por la situación económica, por lo que convocó a los partidos con representación parlamentaria de 1980 para plantear el retorno a la democracia.
Era necesario volver a ese año porque el 17 de julio de 1980, un grupo de militares, liderados por Luis García Meza y su lugarteniente Luis Arce Gómez, realizó un sangriento golpe de Estado, derrocando al gobierno democrático de Lidia Gueiler e impidiendo la asunción de Hernán Siles Zuazo, quien había ganado las elecciones con la Unidad Democrática y Popular (UDP), reseña el periodista Wilson García Mérida.
Los lazos de estos militares con el narcotráfico, la fuerte represión y la corrupción provocaron las luchas internas entre las diferentes facciones participantes. El 4 de agosto de 1981, García Meza renunció para ceder el poder al general Celso Torrelio Villa. En julio de 1982 hubo otro intento de golpe de Estado, provocando la salida de Torrelio Villa y la asunción del general Guido Vildoso.
Una huelga general convocada por la Central Obrera Boliviana (COB), el 17 de septiembre de 1982, provocó que la dictadura militar colapse y Vildoso asignara al ministro del Interior, Édgar Rojas Ruiz, el organizar una reunión con representantes de los partidos con representación en 1980, relata educa.com.bo.
Estos resolvieron convocar al Congreso de 1980, que se reunió el 5 de octubre y proclamó como presidente a Hernán Siles Suazo y vicepresidente a Jaime Paz Zamora, reconociéndose su triunfo en las elecciones. El 10 de octubre fue la fecha fijada para la jura.
Fue así que hace 30 años, Siles Suazo llegó desde su exilio en Lima, Perú, al aeropuerto de El Alto. Escoltado por militares, fue recibido por una multitud que lo vitoreaba. La gran concentración fue en torno a la tarima armada en la plaza de San Francisco. El reto de Siles Zuazo fue duro: estaba ante una muy difícil situación social, económica y política. En su gobierno se desencadenó la hiperinflación (27.000%) y el descontento popular lo llevó a llamar a nuevas elecciones un año antes de culminar su mandato.
El 5 de septiembre de 2001 se declaró el 10 de octubre como el «Día de la Democracia Boliviana», recordando el retorno al estado de derecho mediante la asunción de un gobierno constitucional. El presidente de la Cámara de Diputados de ese entonces, Luis Vásquez Villamor, encabezó una sesión especial en que se reconoció a varios expresidentes de Bolivia que aportaron al restablecimiento de la democracia.
Estos años de democracia legítima sufrieron un fuerte embate en octubre de 2019. La sombra del fraude se cernió sobre los resultados de las elecciones generales, provocando disturbios que derivaron en la anulación de los comicios y la posesión de una presidenta de transición, Jeanine Añez.
“Estamos cada vez más cerca de las elecciones presidenciales en Bolivia. Una cita que se repite en menos de un año, en el que ha ocurrido absolutamente de todo: una nueva presidenta, sin votos, fruto de un golpe de Estado; gran convulsión política y social, Evo en el exilio, cambio del Órgano Electoral, muchas decisiones sustanciosas en materia económica e internacional, nuevas elecciones con muchas caras nuevas y, para colmo, una pandemia de grandes dimensiones”, expone el director Alfredo Serrano Mancilla, director del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag).
Es por ello que estas elecciones del 18 de octubre son decisivas para retomar el frágil camino de 38 años de democracia que tantas vidas ha costado.
(10/10/2020)