Más de 70 efectivos policiales de élite darán seguridad a dignatarios de Estado que llegan a la posesión de Arce
Una de las primeras misiones en llegar fue la de Estados Unidos. Se trata de la representación de Donald Trump, está conformada por Brent J. McIntos, Sub Secretario de Asuntos Internacionales, Departamento del Tesoro
Son más de 70 los efectivos del grupo de élite Unidad de Seguridad de Dignatarios (USEDI) que acompañarán a los invitados especiales que llegan desde este sábado a Bolivia para participar de la posesión presidencial, informó el jefe la unidad, William Vidal.
Son al menos 11 representaciones gubernamentales de varios países y 37 organizaciones sindicales que acompañarán este domingo los actos protocolares en la plaza Murillo. En el aeropuerto se recibirá con honores militares a los invitados oficiales.
Una de las primeras misiones en llegar fue la de Estados Unidos. Se trata de la representación de Donald Trump, está conformada por Brent J. McIntos, Sub Secretario de Asuntos Internacionales, Departamento del Tesoro.
“El plan de operaciones se ha establecido hace dos semanas, el trabajo específico es la seguridad y la coordinación con las delegaciones”, explicó.
De acuerdo a la información, las cápsulas de seguridad para los dignatarios están compuestas por ocho efectivos, aunque ese número puede variar de acuerdo a la cantidad de visitantes de cada comitiva.
“España tiene la comitiva más grande, entonces el trabajo se va cambiando de acuerdo a las necesidades, no es un trabajo estático”, explicó a La Razón.
El Jefe de la USEDI informó que el trabajo también se coordina con todas las instancias policiales, especialmente con los grupos de inteligencia que ya están desplegados en la ciudad de La Paz.
“Al momento, en la ciudad de La Paz, estamos trabajando con la información de Inteligencia, además de las avanzadas de seguridad de cada país”, indicó.
A través del decreto 4258, se creó un grupo de elite policial denominado Unidad de Seguridad de Dignatarios (USEDI), cuya misión es resguardad la seguridad presidencial como de altos jefes diplomáticos. Sus labores son reservadas y de estricta confidencialidad, incluso después de dejar la unidad.