La CIDH admite demanda por la desaparición del exlíder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) admitió la demanda, tras descartar que haya duplicidad con una presentada en 1980.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) admitió la demanda internacional contra el Estado de Bolivia por la detención, tortura y desaparición forzada del exlíder del Partido Socialista (PS-1) Marcelo Quiroga Santa Cruz en julio de 1980, durante el asalto por parte de paramilitares a las oficinas de la Central Obrera Boliviana (COB).
El petitorio fue interpuesto en marzo de 2010 por María Soledad y Pablo Rodrigo Quiroga Trigo y la Fundación Observatorio de Derechos Humanos y Justicia. En el documento también se denuncia “la falta de respuesta judicial efectiva ante estos hechos y los daños ocasionados como consecuencia de la ausencia de acciones estatales que se orientaran al establecimiento de justicia y verdad”.
“Declarar admisible la presente petición en relación con los artículos 3, 4, 5, 7, 8, 13, 16, 23 y 25 de la Convención Americana en relación con los artículos 1.1 y 2 del mismo instrumento y en relación a los artículos I y III de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas” y notificar a las partes la presente decisión”, refiere las conclusiones del informe.
Según los argumentos, “el Estado no realizó un esfuerzo significativo para localizar y/o reconstruir la información bajo control de las Fuerzas Armadas, necesaria para esclarecer los hechos, identificar a todos los agentes que tuvieron alguna responsabilidad y encontrar los restos de los desaparecidos”.
Hasta el momento no se dieron con los restos del líder socialista. En 2015, el exdictador Luis García Meza (1980-1981) afirmó que el cuerpo de Quiroga Santa Cruz estaba enterrado en la hacienda del también exdictador Hugo Banzer Suárez, en la localidad de San Javier en el departamento de Santa Cruz.
Se hizo una búsqueda sin resultados.
Según un trabajo periodístico, publicado en el medio digital Lo que se calló, tras ser gravemente herido en las gradas de la sede de la Central Obrera Boliviana (COB) que en ese entonces se ubicaba en el Prado de La Paz, en lo que hoy es una casona vieja frente a un cine y comercios de comida rápida, aún mal herido, es conducido en una ambulancias de capó celeste de la Caja Nacional de Seguridad Social (CNSS) hasta el Estado Mayor de Miraflores.
En ese ínterin fue torturado y cerca a las 17.00 ultimado en el patio de honor del “G2”, el temido Departamento Segundo del Estado Mayor General, la unidad de inteligencia bajo el mando de Arce Gómez.
Para admitir la demanda, la CIDH estableció que no hay duplicidad -como observó el Estado- con la demanda presentada “por la ONG Washington Office on Latin America (en adelante, “WOLA”) el 23 de julio de 1980 que dio inicio al caso 7.458 y a la Resolución No. 27/81 de 25 de junio de 1981, ya que no existe identidad en los términos que señala la Convención Americana”.
Según la CIDH, en caso de un informe de admisibilidad, «la petición se convierte en un caso, se le asigna un número de caso, e ingresa a la etapa de Fondo».