Revilla admite que fue un error aliarse con Mesa y Áñez y despreocuparse de Sol.bo
Anunció que su partido hará una evaluación de los malos resultados en las subnacionales. Además, apuntó a exintegrantes clave de su frente que pasaron a filas del alcalde electo Iván Arias, y les dijo que debían estar en las buenas y en las malas.
A punto de dejar la alcaldía de La Paz tras 10 años de gestión, Luis Revilla admitió que fue un error haber apostado por alianzas con Carlos Mesa y Jeanine Áñez con miras a las elecciones nacionales de 2019 y 2020, despreocupándose del proyecto local, lo cual explica la mala votación obtenida por su candidato en las elecciones subnacionales.
Álvaro Blondel, según los resultados de boca de urna y de conteo rápido de Ciesmori, no superó ni el 5% en la jornada del domingo, mientras Iván Arias, exministro del gobierno transitorio de Jeanine Áñez, es el alcalde electo por la organización política Somos Pueblo, seguido por César Dockweiler, aspirante del Movimiento Al Socialismo (MAS).
¿Por qué le fue mal a Blondel y no se construyeron nuevos liderazgos en Soberanía y Libertad (Sol.bo) en estos últimos cinco años? Revilla reveló que hicieron una reflexión con Juan del Granado, su mentor del desaparecido Movimiento Sin Miedo (MSM), quien fue burgomaestre de La Paz en los 10 años anteriores a la administración de Sol.bo.
“Lo hubiéramos hecho”, respondió, “si no nos hubiéramos abocado al contexto nacional en 2019 y 2020, por eso dije que si tal vez no hubiéramos participado (en los comicios de esos años), nos hubiéramos ocupado de generar liderazgos al interior del partido”. Eso sí, dijo que un nuevo liderazgo era Fabián Siñani, quien fue destruido con “juicios políticos”.
Revilla se refirió así a su alianza para las presidenciales de 2019 con Carlos Mesa y su Comunidad Ciudadana (CC), que perdió con el entonces presidente Evo Morales, del MAS, en unos comicios que luego fueron anulados tras la renuncia de Morales, asfixiado por denuncias de fraude electoral, un motín policial y la presión de las Fuerzas Armadas.
Luego tuvo otra apuesta fallida con la presidenta interina Áñez, de la alianza Juntos, quien tras las críticas declinó en su postulación a los comicios de 2020 (en los que volvió a ganar el MAS con Luis Arce) y dejó “colgados” a Sol.bo y Unidad Nacional (UN) en cuanto a sus candidatos a asambleístas, incluido el vicepresidenciable Samuel Doria Medina (UN).
“La reflexión es que lo mejor hubiera sido no participar de los procesos nacionales, ni en 2019 ni en 2020”, recalcó Revilla, quien no mencionó que volvió a intentar con Mesa para las subnacionales del domingo, pero nuevamente todo salió mal, con un divorcio polémico tras el apoyo que se pretendía a Waldo Albarracín para la alcaldía paceña.
Ahora queda reestructurar a Sol.bo, subrayó la autoridad edil. “Esto merece una reflexión profunda y plantearse desafíos. Seguro nuestra organización se los planteará. Vamos a hacer evaluaciones en profundidad. Inicialmente, quizá, los compañeros decían que no se debió participar en lo nacional, sino concentrarnos en lo local, no solo en La Paz”.
“Veremos cómo se reconfigura el sistema político y de partidos en cinco años y veremos cómo se da esta reconfiguración final, con partidos fuertes, no en alquiler como en estas elecciones, donde decenas de partidos que no tienen nada, solo sigla, tratan de generar una presencia que no es real”. Eso sí, dijo que descansará y se dedicará a su familia.
Y mandó un mensaje a quienes saltaron a la vereda de Arias, sobre todo quienes eran parte clave de su estructura partidaria y tenían cargos en la alcaldía, o sea, a Óscar Sogliano, exsubalcalde de la zona Sur que estuvo 15 años en la gestión del MSM y de Sol.bo, y Andrea Cornejo, expresidenta del Concejo, quien igual fue parte de Sol.bo.
¿Fue una traición?, preguntaron a Revilla. “En el caso de quienes eran dirigentes, no era lo que correspondía. Tienen responsabilidad política. Otra cosa son los compañeros que tienen necesidad laboral, eso los motiva a cambiarse de camiseta. Los que tienen responsabilidades políticas tienen que estar en las buenas y las malas, así se muestra quiénes son personas con convicción, de las que hacen circunstancialmente política”.
“Álvaro hubiera sido un gran alcalde, pero hay que respetar las decisiones de la comunidad y las valoramos”, zanjó el burgomaestre, quien confesó que tras dejar su cargo se dedicará a buscar trabajo, incluso ya tiene varias alternativas relacionadas con programas de asistencia técnica y asesoramiento en municipios. “Son interesantes”, dijo.
