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Carta de Áñez desde la cárcel: Se llevaron mi libertad, ahora atentan contra mi salud

La expresidenta transitoria Jeanine Áñez publicó este martes en sus redes sociales una carta escrita a mano desde la cárcel de mujeres de Miraflores. Denuncia abusos, persecución política, niega haber cometido el delito de terrorismo y habla de un montaje que se arma en su contra. “Se llevaron mi libertad, ahora atentan contra mi salud”.

“Mis primeras palabras al pueblo boliviano desde la cárcel de la dictadura son de ánimo y firmeza: esta es una lucha por la democracia y vamos a darla hasta el final. La lucha por la democracia ha tenido cientos de víctimas en nuestra historia, bolivianos valientes que han perdido la vida y la libertad en la batalla. Yo soy una más, estoy serena, aquí estoy y aquí estaré hasta que el cuerpo me aguante”, señala la exmandataria en una carta de siete páginas.

Áñez y dos de sus exministros (Álvaro Coimbra y Rodrigo Guzmán) fueron detenidos entre el 12 y 13 de marzo y remitidos a la cárcel con detención preventiva, acusados de los delitos de conspiración, sedición y terrorismo. “Hoy la dictadura me imputa por delitos que no he cometido —añade la expresidenta—. Jamás fui terrorista. Asumí la presidencia por sucesión constitucional para pacificar Bolivia. No hubo golpe, hubo fraude”.

El caso por el que Áñez es investigada se denomina “golpe de Estado” y fue abierto ante la Fiscalía por la exdiputada Lidia Patty, del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS), y tiene como principales acusados al excívico cruceño Luis Fernando Camacho —actual gobernador electo— y su padre, además de excomandantes militares y policiales.

‘Golpe de Estado’

El Ministerio Público indaga la caída del presidente Evo Morales en 2019, quien renunció el 10 de noviembre agobiado por las protestas cívicas, un motín policial, la presión de las Fuerzas Armadas (FFAA) y un polémico informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) que alimentó el discurso del fraude en las elecciones que Morales ganó sin necesidad de ir al balotaje con su principal contrincante: Carlos Mesa (CC).

Dos días después, Áñez, en una sesión congresal sin quórum, se autoproclamó primero presidenta del Senado y, luego, presidenta del Estado. Los militares le pusieron la banda presidencial.

En medio, fuera de los ambientes de la Asamblea Legislativa, en la Universidad Católica Boliviana (UCB) de La Paz, políticos opositores y representantes de la Iglesia Católica y la Unión Europea (UE) debatieron una salida a la crisis política y allanaron el camino para que Áñez tome el poder, siendo la segunda vicepresidenta del Senado.

Testigos que dieron sus declaraciones a la Fiscalía y a medios de comunicación, aseguraron que Samuel Doria Medina, jefe de Unidad Nacional (UN), amenazó en una de esas reuniones a los parlamentarios del MAS con la aplicación de un “plan B” si no asumían las propuestas, o sea, el “plan B” habría sido Áñez. Además, apuntan al expresidente Jorge Quiroga de dirigir a autoridades militares, sin ocupar ningún cargo en el Estado, y haber dado la “venia” para que Morales abandone el país el 11 de noviembre.

Áñez denuncia abusos en su carta. “En mi arresto con más de un centenar de uniformados que llegaron armados hasta los dientes torturaron a mis sobrinos (uno de 28 y otro de 20) que solo estaban de visita en mi casa porque ellos viven en Santa Cruz, y amenazaron a mis familiares, personas mayores y niñas que las dejaron en estado de shock”, cuenta sobre su detención del sábado 13 en la madrugada, en Trinidad (Beni), tras lo cual fue trasladada a La Paz, a celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC).

“Después de mantenerme en la carceleta, dijeron que no tengo casa, siendo que tienen precintada mi casa y sin poder entrar y sin saber qué se habrán llevado de ahí con el abuso que los caracteriza, mis hijos ni ningún familiar han podido ingresar, nos tienen sin ropa y sin poder sacar nada de nuestras cosas, siendo además que en 2 oportunidades fui citada por la Fiscalía para que me presente en sus oficinas y la citación me la hicieron en mi Dpto. del Condominio Solaris Dpto 1B, que es de conocimiento público incluso para la Fiscalía ya que es mi lugar de residencia”, complementa la exmandataria.

Habla de un posible “robo” de sus pertenencias en su domicilio. “No podemos entrar, estoy sin casa, no podemos sacar ropa, mis medicinas. Mis pertenencias personales como que todo lo dejé a la vista porque no tenía intenciones de escapar, espero que a título de buscar “pruebas” no se hayan llevado todo ya que eso sería robo descarado. La mayoría de mis cosas las dejé a la vista porque no tengo qué esconder, espero que no hayan echado mano a mis cosas que nada tienen que ver con el montaje que pretenden ‘investigar’”.

Dudas sobre médicos

“No tengo ninguna prueba de terrorismo porque jamás he estado en cosas ilícitas, ningún antecedente… Nunca tuve, ni tendré la intención de irme de mi país como lo hicieron en 2019, o los y los que cobardemente renunciaron por no hacerse cargo de un país en llamas donde solo se gritaba “guerra civil”, digan si no fueron COBARDES”, escribe, haciendo alusión a la partida de Morales el 11 de noviembre de 2019, junto a su vicepresidente Álvaro García y otros colaboradores, en un avión que los llevó a México, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador les brindó asilo político.

Tras su audiencia de medidas cautelares del domingo 14 reciente, Áñez fue enviada a la cárcel de Obrajes, donde se le presentaron problemas de salud por su cuadro de hipertensión. Ganó una acción de libertad para su traslado a la Clínica del Sur, decisión que fue revertida por un juez. Por ello, fue enviada al penal de Miraflores, bajo el alegato de que el centro cuenta con las condiciones para velar por su salud, lo cual fue verificado por representantes de Naciones Unidas y la Defensoría del Pueblo.

El sábado pasado, la Justicia rechazó la apelación de Áñez y sus dos exministros (que se encuentran en el reclusorio de San Pedro) a la detención preventiva y más bien subió el tiempo de encarcelamiento de los tres implicados en el caso “golpe de Estado” mientras se realizan las investigaciones de la Fiscalía, de cuatro a seis meses.

“Pero eso no es todo —escribe la exmandataria en su carta—, ya se llevaron mi libertad y ahora atentan con mi salud, quieren llevarse mi salud. Han decidido no dejar que me vean médicos independientes del gobierno. Incluso yendo en contra de una orden judicial que instruye que se realice el traslado inmediato a una clínica para verificar mi verdadero estado de salud”.

“No confío en los médicos del gobierno. Ellos son parte del sistema de abuso y represión. Y ya han demostrado qué están dispuestos a arriesgar mi vida, inyectándome medicación de alto riesgo sin precauciones ni estudios previos, con el solo fin de mantenerme en sus celdas. Si algo mayor llega a pasar con mi salud, responsabilizo a: Luis Arce, Eduardo del Castillo, Jhonny Aguilera, Iván Lima, autoridades del Régimen penitenciario (Laura me hostiga)”, remarca la exmandataria.

Y culmina: “Querido pueblo boliviano: Soy una madre soltera y si llegan a matarme por uno u otro medio, solo quiero pedir al pueblo boliviano que vele por la seguridad de mis hijos y mi familia y que Bolivia no se rinda jamás frente a la dictadura y la persecución política. No van a doblegar mi espíritu, ni van a cambiar la verdadera historia. No hubo golpe!! Fue un fraude!!”