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Estudio: En la crisis de 2019 los medios pasaron de la mediación a la acción política

En los últimos días, a raíz de la detención preventiva de la expresidenta transitoria Jeanine Áñez, muchos medios de información comenzaron a repasar la crisis poselectoral de 2019 y en ese trabajo abundan en la dicotomía fraude-golpe.

Una investigación de la fundación alemana Friedrich Ebert, Nuevo mapa de actores de Bolivia, hizo constataciones respecto de ese episodio político en el que, en medio de cuestionamientos a las elecciones del 20 de octubre, un paro político, un motín policial y la sugerencia de las Fuerzas Armadas, renunció Evo Morales y se proclamó Áñez.

El texto reúne nueve ensayos de igual número de autores, que abordan ese pasaje histórico a partir del análisis de los hechos que ahora vuelven a la agenda pública. El libro “sale de esa dicotomía sin grises de fraude versus golpe y trata de asumir una posición más analítica, tomando distancia de las narrativas polarizantes”, explicó el coordinador del documento, José Luis Exeni, en un conversatorio el lunes en Piedra, Papel y Tinta, de La Razón, conducido por Claudia Benavente.

Y en esos análisis se encuentra el capítulo de los medios de información escrito por el periodista Fernando Molina y la politóloga Susana Bejarano, quien dijo que el estudio pudo reafirmar la “alineación de los medios de comunicación a un nuevo bloque de poder”, en alusión al gobierno transitorio.

Según explicó, el ensayo encontró similitudes en las coberturas de los diarios Página Siete, Los Tiempos y El Deber en la línea del nuevo poder político, y el de La Razón, en una posición más neutral.  “Estos medios de comunicación dejan de ser el puente entre la sociedad y lo que sucede, empiezan a ser un actor político que sentencian lo que sucede”, dijo respecto de los tres primeros.

“Se constituyen en actores centrales para el derrocamiento de Evo Morales”, apuntó.

Bejarano dijo que no solamente hubo una “alineación” a un nuevo bloque de poder, representado por Áñez y sus aliados, sino una recomposición de las clases medias. “Algunos medios de comunicación, al estar muy al ritmo de las clases medias opositoras que estaban demandando a Evo Morales, empiezan a cumplir un rol de clase”, afirmó.

Para Claudio Rossell, periodista, comunicador y docente universitario, el fenómeno de los medios y su acción política, no obstante, no es nuevo. “No es un fenómeno que empieza a producirse en 2019 y que tuvo se eclosión a fines de ese año, sino que fue una imagen largamente construida”, comentó en la transmisión de La Razón (lunes a viernes, 18.30).

Opinó que, precisamente, ese rol de los medios está desacreditándolos. “Creo que hemos vivido, por lo menos en la última década, una depauperación sistemática del oficio periodístico, un poco por los ‘duques’ (en alusión a los propietarios) que no suelen mostrar la cara cuando se trata de meter a los medios a hacer acción política y otro poco porque hubo demasiada pugnacidad”.

Exeni, consideró que la crisis de 2019 reconfiguró el campo mediático.

Afirmó que las investigaciones arrojan cinco hipótesis: la relación “muy estrecha” entre los campos político y mediático; una transformación de medios “instantánea” y que “duró horas” (al gobierno del MAS le tomó por lo menos unos seis años construir una hegemonía); una ”transformación restauradora y contrarrevolucionaria”; los medios de comunicación “tuvieron un alineamiento político muy claro” y ese “alineamiento político fue a favor del bloque ‘posevista’”.

“Este estudio lo demuestra, los periódicos adquirieron una protagonismo en la definición de la agenda informativa y de opinión” fue su conclusión.

Bejarano comentó que esa hegemonía del MAS sobre los medios a la que se refirió Exeni se rompió con el caso Zapata, la antigua novia de Evo Morales, que derivó en el “primer revés real” que sufrió el Movimiento Al Socialismo (MAS) con su derrota en el referéndum constitucional.

Ese hecho generó una reacción de los medios, que se alimentó también con “el hostigamiento del Gobierno con el ‘cartel de la mentira’”. Fue “una reacción brutal de algunos medios de oponerse acérrimamente contra el Gobierno”.

Fue una reconfiguración entre 2016 y 2019, y aquí es cuando, por ejemplo, Página Siete, tuvo una reacción “asombrosa” que incluso “sentencia” al MAS, dijo Bejarano. Recordó que al día siguiente de las elecciones del 20 de octubre de 2019 aquel diario puso en titulares que iba a haber segunda vuelta entre Morales y Carlos Mesa; “cómo podía saber Página Siete” eso “sin poner entrecomillados o ‘se proyecta’”.

Las elecciones fueron anuladas luego debido a que la misión de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA) halló “graves irregularidades”, conclusión que degeneró en una grave crisis política que terminó con la renuncia de Morales y la proclamación de Áñez.