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En México, Arce y López Obrador relanzan las relaciones bilaterales para ‘recuperar la hermandad’

Los presidentes de Bolivia y de México, Luis Arce y Andrés Manuel López Obrador, restablecieron este miércoles de manera oficial las relaciones bilaterales entre ambos países, que fueron afectadas durante el gobierno de Jeanine Áñez.

“Para nosotros, primero, estar acá presente (en México) significa restablecer nuestras relaciones entre países; lamentablemente por la actitud del gobierno de facto anterior, nuestras relaciones con México y otros países se vieron absolutamente disminuidas, a tal punto que a nuestra embajadora (de México en Bolivia María Teresa Mercado), que nos ayudó tanto cuando estuvimos allá en momentos tan complicados (…) la tenían en la mira y la llamaban a cada momento de la Cancillería de ese momento del gobierno de facto”, dijo Arce, en una conferencia de prensa junto a López Obrador en el Palacio Nacional de México.   

Agregó que las relaciones de “dos países hermanos” que tienen mucho en común fueron mermadas solamente por un tema ideológico y político por parte del gobierno de Áñez.

Por eso, ahora “para nosotros estar acá (significa también) dar el impulso y reivindicar todo el trabajo que hizo la diplomacia mexicana en nuestro país, recuperar esa hermandad entre ambos pueblos (…) porque somos muy parecidos los bolivianos y mexicanos, tenemos muchos cosas en común que podemos trabajar, pero eso se hace con diálogo y abriendo las puertas, y (en ese sentido),  cuando el presidente López Obrador nos invitó inmediatamente dijimos que sí, porque es una buena oportunidad para impulsar nuevamente las relaciones entre dos países hermanos”.

Mientras, López Obrador remarcó que para México es “muy satisfactorio” que se haya “recuperado la democracia” en Bolivia y que se haya alcanzado ese objetivo “sin mucha violencia” mediante las elecciones presidenciales de octubre de 2020.

“Fue realmente una hazaña del pueblo de Bolivia y es satisfactorio también el que nos encontremos de nuevo ahora porque Bolivia y México somos pueblos hermanos, pertenecemos a nuestra América y tenemos los mismos propósitos de justicia, de libertad, de desterrar el clasismo, el racismo, de hacer valer la igualdad y de reafirmar nuestra soberanía; y por eso ahora celebramos la visita del presidente Arce”, manifestó.

Asimismo, el mandatario mexicano consideró que solo una “minoría” se impuso por la fuerza durante el supuesto “golpe de Estado” de 2019 y recordó los mensajes de racismo que en ese momento se emitían en Bolivia.

“Recuerdo en esos días lo que pintaban en las casas de los dirigentes, de los servidores públicos, en las oficinas, con consignas racistas (y es) una vergüenza, pero todo eso fue (solo) como una mala noche, como una pesadilla, fue pasajero y el pueblo de Bolivia resolvió (el problema) por la vía democrática”, puntualizó López Obrador.

Las relaciones bilaterales entre ambos países tuvieron una ruptura en el gobierno transitorio de Jeanine Áñez. México defendió que hubo un “golpe de Estado” contra Evo Morales, quien el 10 de noviembre de 2019 renunció a la presidencia asfixiado por protestas cívicas, un motín policial, la presión militar y un polémico informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) que alimentó el discurso del fraude en los comicios que ganó Morales.

Dos días después asumió Áñez, en una sesión parlamentaria si quórum y tras proclamarse primero presidenta del Senado y posteriormente presidenta del Estado. Los militares le colocaron la banda presidencial. Mientras Morales tomó un avión a México junto a su vicepresidente, Álvaro García Linera y otros colaboradores, donde López Obrador les brindó asilo político. Meses después Morales se fue a Argentina como refugiado.

El gobierno de Áñez lanzó dardos contra AMLO precisamente por el asilo a Morales. Más aún, fue acusado por el gobierno mexicano de hostigar a su embajada en La Paz, donde nueve excolaboradores (luego fueron siete) del mandato de Morales estaban asilados, a quienes la entonces canciller Karen Longaric les negó la otorgación de salvoconductos bajo el alegato de que tenían órdenes de aprehensión por procesos en su contra.

Ello derivó en un confuso incidente en diciembre de 2019, por el cual el gobierno de Áñez denunció un intento de fuga de los asilados, lo que fue negado por México. Sin embargo, ocasionó que Áñez declare persona no grata a la embajadora mexicana María Teresa Mercado y diplomáticos españoles que visitaban su residencia ese día conflictivo, por lo cual abandonaron el país. Eso ahondó más las malas relaciones entre Bolivia y México.

Y hay más. México se sumó a otros países y estudios de instituciones y especialistas internacionales que objetan el informe de la OEA sobre el supuesto “fraude” en 2019 (que concluyó que hubo una “manipulación dolosa” y parcialización del tribunal electoral) y puso en el tablero del debate el rol del polémico secretario general del organismo hemisférico, el uruguayo Luis Almagro, a quien incluso criticó en asambleas de la OEA.

Tras la victoria de Arce en las elecciones del 18 de octubre del año pasado, con 55,10% de la votación, se anunció precisamente el relanzamiento de las relaciones bilaterales y los asilados en la residencia mexicana de La Paz obtuvieron su “libertad”. Y como acto de desagravio, el nuevo mandatario pidió al gobierno de López Obrador el retorno de Mercado como embajadora, quien así lo hizo a finales de enero de este año.