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Bolivia replica a EEUU su ‘desafortunada muestra de injerencia en asuntos internos’

Horas después de que el secretario de Estados Unidos, Antony J. Blinken, cuestionara la detención de la expresidenta Jeanine Áñez, la Cancillería de Bolivia respondió que se trata de “una desafortunada muestra de injerencia en asuntos internos”.

La mañana de este sábado el Departamento de Estado emitió un comunicado sobre la situación de la exmandataria y dos de sus colaboradores, los exministros Rodrigo Guzmán y Álvaro Coímbra, sobre cuya detención señaló que son “signos de comportamiento antidemocrático y la politización del sistema legal en Bolivia a la luz del reciente arresto y encarcelamiento preventivo de exfuncionarios del gobierno interino”.

En respuesta, en otro comunicado, la Cancillería de Bolivia expresó su “preocupación” por el pronunciamiento. Es tipo de declaraciones “son una desafortunada muestra de injerencia en asuntos internos, no contribuyen a desarrollar una relación de mutuo respeto entre nuestros Estados, no responde a información objetiva y atentan precisamente contra la institucionalidad que pretenden defender”, señala el texto.

Áñez, Guzmán y Coímbra fueron aprehendidos el 12 de marzo en Trinidad y luego trasladados a La Paz al día siguiente. A instancias de la exdiputada del Movimiento Al Socialismo (MAS) Lidia Patty, son acusados por los presuntos delitos de sedición, terrorismo y conspiración en el caso “golpe de Estado” instaurado contra el exlíder cívico cruceño y ahora gobernador electo de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, “y otros”.

En su comunicado, la Cancillería recordó que luego de “la ruptura del orden constitucional” en noviembre de 2019, Bolivia “recuperó” su democracia con la elección del presidente Luis Arce, el 18 de octubre de 2020, y se repuso “la plena vigencia de los derechos y garantías constitucionales y los definidos por el derecho internacional de los derechos humanos”.

Denunció que este tipo de declaraciones de Blinken “transgrede el principio de no injerencia previsto en el Artículo I, numeral 2, del Convenio Marco de Relaciones Bilaterales de Mutuo Respeto y Colaboración suscrito entre los Estados Unidos de América y el Estado Plurinacional de Bolivia, el 7 de noviembre de 2011”.

Además, recuerda a Estados Unidos “el deber de abstenerse de intervenir en asuntos internos de otro Estado” y le exige cumplir las obligaciones asumidas.

Sin embargo, la Cancillería de Bolivia expresó “su predisposición para mantener y fortalecer sus relaciones de amistad con toda la comunidad internacional, con base en el respeto a su soberanía y autoderminación”.

Estados Unidos respaldó al gobierno transitorio de Áñez; fue uno de los primeros países en expresarle su colaboración cuando aquella se proclamó mandataria el 12 de noviembre de 2019, dos días después de la renuncia de Evo Morales.

Bolivia y Estados Unidos no intercambian embajadores desde 2008, cuando el gobierno del entonces presidente Evo Morales expulsó, también alegando injerencia, al representante estadounidense Philip Goldberg.