Tras reunión con el presidente Luis Arce, el dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, planteó este jueves que se disponga de parte de los Bs 7.000 millones de las arcas de la seguridad social en la compra de vacunas contra el COVID-19 para atender la demanda de los asegurados.
Para el dirigente, es vital que las vacunas lleguen a los trabajadores activos toda vez que son el «sostén productivo».
“Tenemos en las arcas más de 7.000 millones y hemos pedido que de ahí se gaste y se compre las vacunas para así poder de alguna manera satisfacer a más de 4.5 millones de habitantes que somos afiliados dentro de la seguridad social”, indicó.
Huarachi se reunió hoy con Arce, en la Casa Grande del Pueblo en La Paz, para tratar varios temas relacionados al ámbito laboral, entre ellos salud por la pandemia del COVID-19.
El dirigente enfatizó que los trabajadores de las industrias, minería y fábricas no pueden paralizar el aparato productivo por lo que inocularlos debe ser una prioridad.
Los Bs 7.000 millones estaban destinados a construir 59 hospitales, sin embargo, con la llegada de la pandemia, aquello quedó en suspenso.
Marcha fabril
Este jueves por el centro de la ciudad recorrió una marcha de trabajadores fabriles que protestó contra fallos judiciales que van en desmedro de trabajadores de algunas industrias que se vieron afectados con despidos, reducción de salarios y hasta cierre de empresas.
Huarachi informó que buscará reunirse con el Consejo de la Magistratura para denunciar a los operadores de justicia que fallaron en contra de los intereses de los trabajadores.
“No podemos permitir la vulneración de estos derechos que para nosotros son conquistas sociales adquiridas e irrenunciables”, enfatizó.