Juran las nuevas autoridades subnacionales, con menos recursos y el reto de la pandemia
Empiezan una gestión de cinco años. Son 4.962 autoridades subnacionales, entre titulares y suplentes.
Empiezan una gestión de cinco años. Son 4.962 autoridades subnacionales, entre titulares y suplentes, que asumen con menos recursos económicos y con el reto del COVID-19. Otro desafío será su capacidad de negociar y coordinar con el Gobierno.
Fueron elegidas en las elecciones del 7 de marzo y en la segunda vuelta del 11 de abril, con una notable participación ciudadana, por encima del 80%. Reemplazan a quienes se les amplió su mandato en 2020 debido a la crisis política de 2019 y las restricciones impuestas para frenar la propagación del coronavirus en su primera ola.
Toman el mando de la administración subnacional, en gobernaciones y alcaldías, y otros puestos regionales, en una crisis que se traduce en menores ingresos y presupuesto. Por ello, el politólogo Marcelo Arequipa considera que los retos inmediatos de las nuevas gestiones deberán estar enfocados en la reactivación económica y en la lucha contra el COVID-19.
Bolivia reporta 307.561 contagios desde marzo de 2020, con mayor impacto en Santa Cruz, La Paz y Cochabamba, en ese orden. Ahora está en marcha una campaña de vacunación con inmunizantes adquiridos por el Gobierno, que se encarga de su distribución y que requiere de las gobernaciones (con los Sedes) y alcaldías para que este plan camine.
Justamente uno de los retos es la coordinación en esta cruzada porque “tiene que ver con las alcaldías en infraestructura en salud y probablemente con el trabajo coordinado con las gobernaciones departamentales, en el tema vacunas”, indica Arequipa, ya que los Servicios Departamentales de Salud (Sedes) son piezas clave.
Según el estudio Elecciones subnacionales-Elogio de la diversidad democrática, de la Fiedrich-Ebert-Stiftung (FES) Bolivia y La Razón, el Movimiento Al Socialismo (MAS) ganó 239 alcaldías y tres gobernaciones (Cochabamba, Potosí y Oruro); mientras que el resto, 97 alcaldías y seis gobernaciones, están en manos de frentes opositores.
Lo económico es otro frente de atención prioritaria, sobre todo porque los subgobiernos reciben menos dinero por la crisis. El exalcalde y director de la Federación de Asociaciones Municipales de Bolivia (FAM), Álvaro Ruiz, plantea que en el ámbito regional se debe alentar un “pacto departamental” para lograr una mejor redistribución de los recursos económicos.
“Entre los problemas que encontrarán las alcaldías está sin duda una disminución de recursos y esto se debe a la recesión económica mundial, a la recesión económica nacional, agudizada por la mala gestión de Jeanine Áñez, y la pandemia”, advierte.
Para Arequipa, la difícil situación de las arcas subnacionales obligará a sus autoridades a encarar negociaciones con el gobierno de Luis Arce para encontrar soluciones y apoyar la reactivación. “Van a necesitar concertar y negociar con el nivel central y esto es muy importante porque en la medida que se negocie, se superará este problema. Y no me refiero a las corrientes masistas y las antimasistas, se tiene que abandonar ese lenguaje”.
Ruiz coincide con Arequipa en la necesidad de coordinación, pero también en impulsar los proyectos en curso. “El primer desafío que tienen (los nuevos alcaldes) es buscar la continuidad de los proyectos y buscar la estabilidad. Coordinar con los gobiernos departamentales y con el Gobierno. Ese es el principal camino que se tiene que seguir”, afirma el exalcalde de Uriondo, de Tarija.
Otro de los puntos es la gobernabilidad. Por ejemplo, el MAS la tiene garantizada en las tres gobernaciones que ganó, y también tiene mayoría de asambleístas departamentales en Beni, Chuquisaca y Tarija, y en las demás puede dar pelea con alianzas. Así se conforma el nuevo poder regional que estará vigente por cinco años.