Exeni dice que la aprehensión de Murillo marca un quiebre en ‘disputa política’
A nivel político, esto le viene muy bien al oficialismo porque refuerza su posición respecto a lo que fue ese régimen provisorio y de alguna manera limita el posicionamiento de la oposición”, sostuvo José Luis Exeni
La aprehensión del exministro de Gobierno Arturo Murillo marca un quiebre en la disputa política en Bolivia, según advirtió este viernes el politólogo José Luis Exeni, mientras que el periodista Freddy Morales sostiene que no percibe un cambio de actitud en los medios de comunicación respecto al gobierno de Jeanine Áñez.
“Esta detención marca un quiebre en la disputa política claramente, en la disputa discursiva en torno a lo que significó el régimen de Áñez y por supuesto en la arena judicial. A nivel político, esto le viene muy bien al oficialismo porque refuerza su posición respecto a lo que fue ese régimen provisorio y de alguna manera limita el posicionamiento de la oposición”, sostuvo Exeni en el programa por streaming de La Razón y Extra “Piedra, papel y tinta”.
A su turno, Morales, corresponsal de la cadena TeleSur, afirmó que, según su impresión, los medios de comunicación no tendrán una modificación “importante” en su manera de actuar con respecto al régimen de Áñez y citó que en las redes sociales se busca imponer en la agenda pública que el gobierno de Luis Arce busca distraer con el caso Murillo la lucha contra el COVID-19.
“En los medios de comunicación hay como esta tendencia, menos marcada que en las redes sociales porque en las redes sociales hay una actitud más dura”, sostuvo Morales, quien recordó que el jueves el arzobispo de La Paz, Percy Galbán, insistía en que no se use políticamente ninguna acusación contra el régimen de Áñez y que la justicia actúe.
El jede de redacción de Extra, Antonio Dalence, precisó que son al menos diez casos que involucran a Murillo en irregularidades cometidas en el Ministerio de Gobierno. “Él ha armado una estructura porque no es posible que este movimiento de dinero, que involucra al BCB, (Banco Central de Bolivia) no haya sido de conocimiento de la Presidenta, eso no es posible”.
Según Morales, no existe mayor cambio de opinión en algunos medios de comunicación. “Mantienen la misma actitud, he escuchado a colegas decir cómo el ministro (de Gobierno, Eduardo Del Castillo) se va a referir en esos términos al exministro Arturo Murillo, de un grupo de delincuentes”.
Exeni advirtió que el caso de Murillo resulta inocultable para los medios de comunicación y que no hubo posibilidades de “silencios” como ocurrió en el régimen de Áñez. Apuntó que el tema mayor debe ser la investigación de los casos de Sacaba y Senkata, donde murieron más de 20 personas por impactos de bala.
“Y respecto a los actores políticos de la oposición que como decía fueron aliados o parte del mismo gobierno o protectores de Murillo hoy todos reniegan de él como si fuera la peste, se indignan muchísimo por lo que hizo, ahí tampoco nadie habló de persecución política”, observó.
Morales recordó que en noviembre de 2019 hubo medios de comunicación que “minimizaron situaciones extremas y gravísimos” en el caso de Senkata, alentando una difusión de Murillo que apuntaba a exponer imágenes de una explosión de una refinería en México, que causó muertes, como para comparar la movilización en El Alto.
“No hubo ni una sola explosión de dinamita donde está la planta de YFPB, pero si uno escucha la radio y lee versiones de periódicos sigue encontrando que ese grupo de alteños querían hacer volar (Senkata) para que desaparezcan 20 kilómetros cuadrados de El Alto”, sostuvo.
Dalence recordó que gracias a los testimonios recogidos en el lugar de los hechos y la presencia misma de periodista se constató que fueron los propios vecinos de El Alto que tumbaron el muro de la planta de gas licuado de Senkata. “Son los mismos vecinos que se organizaron y empezaron a tirar el muro a la cuenta de tres”, indicó.
Exeni apuntó que la caída de Murillo, hombre fuerte del régimen de Áñez, genera dos efectos, el primero en la agenda política porque el tema seguirá “por mucho tiempo” en la cobertura mediática y, el segundo, en el debate político, especialmente en el cambio de la percepción de que fue un régimen de pacificación, de recuperación de la democracia por un régimen de corrupción y autoritario. “Creo que es un mensaje fuerte“, dijo.