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Mesa y su entorno callan sobre las revelaciones de Áñez y Morales lo llama ‘el principal golpista’ de 2019

A cuatro días de revelarse que vetó a la exsenadora Adriana Salvatierra (MAS) para que asuma el poder en 2019, el expresidente Carlos Mesa y su entorno guardan silencio, mientras el expresidente Evo Morales lo acusó de ser “el principal golpista”.

Mesa no se refirió al tema en público ni en las redes sociales, donde habitualmente hace conocer su posición sobre diferentes temas, aunque el sábado posteó mensajes sobre la muerte de una activista y para criticar al Gobierno en la gestión de la pandemia del COVID-19.

Fue la propia expresidenta Jeanine Áñez la que reveló el papel que jugó Mesa, jefe de Comunidad Ciudadana, en esos momentos de noviembre de 2019, antes de que ella se proclamara, primero, presidenta del Senado y, luego, presidenta del Estado.

“El señor (Jorge) Quiroga llama al señor Carlos Mesa por teléfono para consultarle y éste le responde que la ciudadanía no aceptaría esa sucesión (de Salvatierra), (que) las protestas continuarían”, declaró la exmandataria el 8 de junio ante la Fiscalía, por el caso Golpe de Estado.

De esa forma relató los entretelones que rodearon su toma del poder del 12 de noviembre de 2019, precedida por reuniones extralegislativas en instalaciones de la Universidad Católica Boliviana (UCB) y con líderes como Mesa, Jorge Quiroga y representantes cívicos, de la Iglesia Católica y el entonces delegado de la Unión Europea.

En esas reuniones estuvieron acompañando a Mesa el abogado Carlos Alarcón y su entonces jefe de campaña Ricardo Paz. “No tengo comentarios”, respondió el sábado Paz en un mensaje de WhatsApp cuando se le pidió una entrevista sobre las revelaciones de Áñez.

“Entre las 18.00 y 19.00 (era de noche) yo recibo una llamada de Ricardo Paz, que me pone en altavoz, me explica que ellos estaban en una reunión buscando una reunión”, contó la exmandataria.

Mientras que Alarcón no atendió el requerimiento, luego de que su esposa pidió volverlo a llamar. 

El expresidente Quiroga tampoco se pronunció y su asesor Luis Vásquez, con quien estaba en las reuniones de noviembre, dijo en un contacto con este medio que estaba delicado de salud.

Sí se pronunció Morales, quien a través de un mensaje en su cuenta de Twitter fustigó a Mesa. “Las últimas confesiones confirman que Carlos Mesa es el principal golpista. Denunció sin pruebas ‘fraude’ antes de perder la elección, convocó a la violencia y forzó la violación de la CPE. Ahora se explica por qué no quiere habilitar los 2/3 para los juicios de responsabilidades” (sic), escribió.

Presionado por las denuncias de fraude electoral, protestas cívicas, un motín policial y la presión de las Fuerzas Armadas, Morales dejó el cargo el 10 de noviembre de 2019. Poco después se iniciaron las reuniones extralegislativas a convocatoria de la Iglesia Católica y la Unión Europea en la UCB.

Mesa había salido segundo en las elecciones anuladas, como se repitió en las justas de 2020 que ganó Luis Arce con más del 55%.

La Organización de Estados Americanos (OEA) fue un actor central en el desenlace del conflicto de noviembre de 2019 con un polémico informe que alimentó el discurso del “fraude” y que estudios de organizaciones y expertos internacionales han puesto en duda.

Áñez también recordó en su declaración ante la Fiscalía que “Carlos Mesa realiza una declaración en una radio mencionando que no aceptaría la sucesión de Adriana Salvatierra”. Salvatierra estaba en la línea de sucesión, pero había declarado que renunciaba a la presidencia del Senado.

Para el Gobierno, la posesión de Áñez fue ilegal, porque vulneró la Constitución y el reglamento de la Cámara de Senadores, entre otras irregularidades.

La expresidenta está recluida en la cárcel de Miraflores. El diputado del MAS Héctor Arce consideró que Mesa debe ser citado a declarar en la Fiscalía, mientras que la senadora de CC Andrea Barrientos dijo que “están obligando (a la exmandataria) a hacer declaraciones y la sacan de contexto”.