Justiniano confirma que Lizárraga gestionó el ‘préstamo’ de armas químicas de Ecuador
El exministro de la Presidencia dijo que se empezó a buscar otras alternativas para conseguir el material antidisturbios de inmediato porque su compra iba a tardar varios días o tal vez hasta un mes.
El exministro de la Presidencia Jerjes Justiniano confirmó este martes que la exministra de Comunicación Roxana Lizárraga gestionó el “préstamo” de armas químicas de Ecuador durante el conflicto postelectoral de 2019.
La exautoridad contó que cuando el gobierno de Jeanine Áñez asumió la administración del país en medio de una convulsión social tras la renuncia de Evo Morales, la Policía dio a conocer que ya no tenía armas químicas para controlar las protestas.
“Entonces, lo primero que se hizo fue aprobar un (primer) decreto autorizando para que el Ministerio de Defensa inicie todos los trámites para conseguir armas químicas, pero resulta que ese proceso iba a tardar siete, diez días (o tal vez) un mes”, dijo.
Frente a esa situación, según su versión, se empezó a buscar otras soluciones o alternativas para conseguir el material que se requería con urgencia en un momento tan conflictivo como el que atravesaba el país.
Es así que “si no recuerdo mal, sí fueron gestiones de la entonces ministra de Comunicación Roxana Lizárraga, ella dijo: yo tengo buenas relaciones con Ecuador, voy a ver si puedo conseguir; y luego ella dijo: sí, se ha conseguido un préstamo, (pero) ni siquiera fue una donación, se prestaron las armas químicas para que luego Bolivia, (después de) comprar, proceda a la devolución, hasta donde yo sé y eso lo supe de manera totalmente extraoficial por lo que ella misma me comunicó que fue un préstamo”, relató Justiniano en una entrevista con Gigavisión.
Este nuevo testimonio surge después de que la pasada jornada el exministro de Desarrollo Rural Mauricio Ordóñez, en una declaración ante la Fiscalía, reveló que en una reunión de gabinete de noviembre de 2019, Lizárraga se contactó con el exministro Carlos Sánchez Berzaín, prófugo de la justicia por la masacre de 2003, para resolver la falta de material antidisturbios.
“Lizárraga junto al resto de ministros nos encontrábamos en una reunión de gabinete, existía una desesperación de (los exministros) Arturo Murillo y Fernando López por adquirir gases lacrimógenos; (entonces) Lizárraga pidió unos minutos en esa reunión de gabinete, salió de la sala de reuniones y volvió a los minutos manifestando ‘asunto arreglado, ya hablé con Carlos Sánchez Berzaín y él hará las gestiones ante Ecuador para que nos envíen los agentes químicos que necesitemos’”, relató Ordóñez en su declaración, según una publicación de “Detrás de la Verdad”.
Justiniano, además, pidió a la opinión pública no olvidarse que en ese momento de “convulsión social entre bandos” de civiles incluso había amenazas de “guerra civil” de parte de algunos grupos en la ciudad de El Alto.
Por tanto, “la guerra civil (que se pedía iba a ser) entre ciudadanos y ahora el hecho de que (es situación de necesidad de compra) haya sido aprovechado para hacer un negociado por parte (del exministro de Gobierno) Arturo Murillo es harina de otro costal”, puntualizó.