Bolivia descarta devolver a Ecuador los gases lacrimógenos ‘prestados’ en 2019
El viceministro de Régimen Interior, Emilio Rodas, explicó que no hay un documento formal de Estado a Estado que acredite ese préstamo asumido por el gobierno de la expresidenta Jeanine Áñez, encarcelada por el caso “golpe de Estado”
El gobierno de Luis Arce descartó la posibilidad de devolver a Ecuador el material antidisturbios “prestado” a la administración de la expresidenta Jeanine Áñez, porque no fue parte de ningún acuerdo de Estado a Estado, como corresponde, informó el viceministro de Régimen Interior, Emilio Rodas.
“Los compromisos que el gobierno de Lenin Moreno haya hecho con el gobierno del golpe que lo reclame a los golpistas. Bolivia no tiene porqué devolver algo que no forma parte de un contrato, de un convenio, no está sujeto a un compromiso”, explicó.
El gobierno de Moreno “prestó” en noviembre de 2019, en plena crisis política y social, a la administración de Áñez 8.449 unidades de armamento no letal, entre ellos proyectiles y granadas. La comandante de la Policía Nacional de Ecuador, general Tannya Varela, confirmó el 18 de junio el préstamo y explicó que es parte de la “cooperación internacional”, por lo que pidió la devolución.
Rodas aseguró que ese material llegó a Bolivia “de manera irregular”.
“Ese préstamo ha sido a título personal, no hay convenio o acuerdo que comprometa a los Estados, seguramente ha habido llamadas. El compromiso de Estado a Estado no existe”, insistió la autoridad.
Este tema de los gases lacrimógenos y del resto de material no letal se trató en el gabinete del 14 de noviembre, dos días después de que Áñez tomó el poder. El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, reveló que los entonces comandante de las FFAA, Sergio Orellana, y de la Policía, Yuri Calderón, informaron de la falta de material no letal para contener las protestas sociales.
Después se conoció que la exministra Roxana Lizárraga hizo los contactos para el préstamo, a través del exministro Carlos Sánchez Berzaín, prófugo de la justicia que lo identificó como uno de los principales responsables de las muertes en octubre de 2003 que terminaron con la renuncia de Gonzalo Sáchez de Lozada
Los exministros de Gobierno Arturo Murillo y de Defensa Fernando López se encargaron de la logística de traslado en un avión militar, según se reveló.
Tras que tomara el poder Áñez, sectores sociales iniciaron una serie de protestas en apoyo al expresidente Evo Morales, quien dimitió el 10 de noviembre cercado por denuncias de fraude electoral, protestas cívicas, un motín policial y la “sugerencia” militar de renuncia. Grupos de policías y militares intervinieron protestas en Sacaba y Senkata con el saldo de al menos 20 muertos por impactos de bala.
Áñez se encuentra en la cárcel por el caso “golpe de Estado”.
Según la Policía ecuatoriana, se prestó a Bolivia 5.000 granadas de mano GL-302, 500 granadas de sonido y destello para exteriores, 2.389 proyectiles de largo alcance calibre 37 MM y 560 proyectiles de corto alcance calibre 37 MM.