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Mesa dice que Morales ‘urdió un golpe’ en 2019 y se desmarca del gobierno transitorio de Áñez

Carlos Mesa acaba de afirmar que en 2019 Evo Morales “urdió un golpe de Estado” a través de una serie de acciones. El jefe de Comunidad Ciudadana (CC) hizo una retrospectiva de la crisis poselectoral de ese año y, con énfasis, se desmarcó del gobierno de Jeanine Áñez.

En una larga cronología publicada en su blog, el expresidente (2003-2005) apeló a ciertos sucesos de entonces, declaraciones del propio Morales, entrevistas de los involucrados, algunos medios de información, el informe de la Organización de Estados Americanos (OEA sobre las elecciones de 2019 y el informa de la Iglesia Católica sobre las reuniones extralegislativas en la Universidad Católica del 10, 11 y 12 de noviembre.

En criterio de Mesa, quedó “probado” que Morales —que renunció el 10 de noviembre de 2019— “urdió un plan para dejar sin gobierno a Bolivia quebrantando la CPE y la democracia, al intentar perpetrar un golpe de Estado”.

Justificó su acusación, dijo que, para consumar el golpe, el expresidente —que renunció presionado por conflictos, un motín policial y la “sugerencia” de dimisión presidencial de las Fuerzas Armadas— “planificó, junto a su renuncia, la renuncia del vicepresidente, la presidenta del Senado, el presidente de Diputados, el primer vicepresidente del Senado y la primera vicepresidenta de Diputados”.

La tarde del 10 de noviembre, al saber la renuncia de Morales, la entonces presidenta de la Cámara de Senadores, Adriana Salvatierra, renunció a sus funciones luego de hablar con el mandatario dimisionario. En una entrevista con La Razón, dijo que no había condiciones para continuar con la sucesión constitucional.

En tanto, Víctor Borda, entonces titular de Diputados, renunció a las 13.30 de ese día, presionado, como dijo también a este diario, por la amenaza de movilizados en Potosí que lo conminaron a hacerlo si es que quería evitar que su hermano sea quemado. Y el entonces primer vicepresidente de la Cámara de Senadores, Rubén Medinacelli, siguió los pasos, aunque se supo que otros movilizados en Oruro amenazaron con dinamitar su casa.

En una entrevista con La Razón, la expresidenta de la Cámara de Senadores Eva Copa afirmó que entonces los ataques estaban dirigidos a la “sucesión constitucional”. Pero principalmente a quienes estaban en la línea de sucesión, retrucó La Razón. “Exacto, los dos presidentes de las cámaras y las dos vicepresidencias. Susana Rivero tuvo que escapar, estaba en la clandestinidad; también uno prevé su vida”, replicó la ahora alcaldesa de El Alto.

Minutos después de la renuncia de Morales, Mesa se dirigió al centro de la ciudad, donde festejó los sucesos junto a una muchedumbre. En relación a la sucesión presidencial, dijo a los periodistas: “Nosotros sabemos y creemos que nadie que sea militante del MAS puede continuar este proceso”.

En su escrito, Mesa acusa a Morales de haber consumado antes de noviembre de 2019 otras tres “rupturas de la democracia”, como llamó: 1) avalado por el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), “que estaba a su servicio”, se presentó en 2014 a una tercera elección; 2) también con el consentimiento del TCP en 2016 “quebrantó” la Constitución al desconocer los resultados del referéndum del 21 de febrero, y 3) en 2019 se presentó “inconstitucionalmente” a las elecciones y “ordenó” al Tribunal Supremo Electoral (TCP) “perpetrar un gigantesco fraude”.

Mesa, que participó las reuniones extralegislativas del 11 y 12 de noviembre en la Universidad Católica, se respalda en el informe de la Iglesia Católica para considerar que la proclamación de la entonces segunda vicepresidenta de la Cámara Senadores, Jeanine Áñez, fue “constitucional”.

El texto de Carlos Mesa: Evo Morales y su desprecio por la Constitución y la democracia: https://bit.ly/3rqIjvX

En criterio de Mesa, Morales «intentó además —sin éxito— que todos los parlamentarios del MAS (titulares y suplentes) renunciaran». En su momento, Salvatierra, Rivero y Copa denunciaron que fueron impedidas de ingresar entonces en la Asamblea Legislativa. Incluso, Copa denunció en entrevista con este diario que sus correligionarios tuvieron que sortear sin éxito tres cordones de “seguridad” en el contorno de la plaza Murillo: al extremo, “pititas”; luego policías y, finalmente, militares.

En una primera reunión de la Universidad Católica, luego de las 18.00 del domingo 10 de noviembre, el asesor de Mesa, Ricardo Paz, llamó a Áñez para plantearle la idea de que se haga cargo de la sucesión, según cuentan el informe del clero católico y las declaraciones de la propia Áñez ante el fiscal Omar Mejillones.

Áñez se proclamó primero titular del Senado y luego mandataria en sendos actos en la Asamblea Legislativa la noche del 12 de noviembre. No hubo quorum ni asistencia de legisladores del MAS, aunque la otrora senador justificó su llegada al poder en un comunicado del TCP que invocaba la Resolución 003/2001, con la que el entonces vicepresidente Jorge Quiroga sucedió al enfermo terminal Hugo Banzer.

Sin embargo, Mesa se desmarca de la gestión de la exmandataria con un subrayado: “Las decisiones de gobierno tomadas y ejecutadas a partir de la noche del 12 de noviembre de 2019 hasta la mañana del 8 de noviembre de 2020, son de exclusiva responsabilidad de la entonces presidenta Jeanine Áñez y los miembros de su gobierno”.

Mesa es considerado por Morales y su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS) como “golpista”. En las elecciones de 2019 rozó la segunda vuelta, pero al día siguiente de los comicios llamó a hacer vigilias en los tribunales electorales, que desató una serie de protestas, a las que se sumó el entonces líder cívico cruceño Luis Fernando Camacho, hasta desembocar en la renuncia de Morales.

El 25 de octubre, el TSE publicó el cómputo final: 47,08% de los votos para el MAS de Morales y 36,51% para CC de Mesa. Con el informe de la OEA, que denunciaba “graves irregularidades” en el sistema informático, los comicios de aquel 20 de octubre fueron anulados.