El secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, aseguró que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH) “fortaleció la democracia hemisférica” al establecer que la reelección indefinida no es un derecho humano.
“Evita los abusos cometidos en el pasado y también abre un camino hacia el futuro en el que la democracia no esté contaminada por el erróneo concepto que la reelección es un derecho humano”, aseguró en un mensaje en su cuenta en Twitter.
También se pronunció el director de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco. “Esta decisión deja sin piso a varios autócratas que han tergiversado los DDHH para aferrarse al poder”, afirmó.
“La reelección presidencial indefinida no constituye un derecho autónomo protegido por la Convención Americana sobre Derechos Humanos ni por el corpus iuris del derecho internacional de los derechos humanos”, estableció la mayoría de la Corte-IDH en torno a la opinión consultiva presentada por el gobierno de Colombia.
Almagro había defendido en Bolivia el derecho del expresidente Evo Morales de postularse a un cuarto mandato, pero después cuestionó el fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional que habilitó la candidatura del exmandatario en 2019.
Ese año se desató una crisis alentada por denuncias de fraude electoral. Los veedores de la OEA denunciaron irregularidades en las justas, puestas en cuestión posteriormente, y agravaron la crisis que acabó con la dimisión de Morales.
El jueves ya se había filtrado la decisión y este viernes fue oficializada con la publicación del texto íntegro y la justificación de los votos disidentes de los jueces Pablo Saavedra Alessandri y Eugenio Raúl Zaffaroni, quien se desempeñó como abogado del expresidente Evo Morales en denuncias internacionales.
Ambos justificaron su voto disidente en más de 30 páginas que forman parte del documento de la opinión consultiva sobre la reelección. Uno de los primeros aspectos que cuestionan es su procedencia, es decir, el momento político en el que fue presentado y que derivó en la renuncia de Morales y la toma de poder de Jeanine Áñez.