Altos representantes de la CIDH estarán en la entrega del informe del GIEI sobre violencia en 2019
La representación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) destacó la “independencia y autonomía” con la que trabajó la comisión de expertos
Altos representantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) participarán este martes del acto en el que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) presentará los resultados de la investigación de los hechos de violencia y muerte ocurridos antes, durante y después de la renuncia de Evo Morales en 2019.
La primera vicepresidenta Julissa Mantilla y la secretaria ejecutiva Tania Reneaun estarán en el inicio del cronograma de presentación del informe trabajado durante nueve meses. El ministro de Justicia, Iván Lima, explicó que la CIDH y el Estado tendrán la misión de hacer cumplir las recomendaciones de ese informe.
“La CIDH destaca la independencia y autonomía del GIEI Bolivia en sus funciones. A la vez, agradece al Estado por su voluntad para instalar y facilitar su trabajo. La CIDH recuerda a las víctimas y familiares, quienes se encuentran en el centro de su mandato”, estableció el organismo en un mensaje en su cuenta en Twitter.
El 23 de julio, el GIEI entregó el borrador de su informe al Gobierno de Bolivia, mediante su representación en la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington, Estados Unidos. Luego se abrió un plazo de 10 días para observaciones del Estado.
El grupo de expertos indagó la vulneración de derechos humanos entre septiembre y diciembre de 2019, sobre todo las “masacres” de Sacaba y Senkata, en noviembre, durante el gobierno transitorio de Jeanine Áñez.
Morales dimitió el 10 de noviembre en medio de denuncias de fraude electoral, protestas cívicas, motín policial y “sugerencia” militar de dejar el cargo. Dos días después y como resultado de reuniones convocada por la Iglesia Católica y la Unión Europea, Áñez tomó el poder.
Fue Áñez quien firmó el documento para que los expertos indaguen lo que pasó en Bolivia, pero fue en el gobierno de Arce cuando se viabilizó su trabajo. En Sacaba y Senkata perdieron la vida una veintena de personas y decenas resultaron heridas por impactos de bala cuando se movilizaban en apoyo a Morales.