El representante de Bolivia en la Organización de Estados Americanos (OEA), Héctor Arce, consideró este miércoles que es un “delirio” y un “absurdo” jurídico el anuncio del secretario general de ese organismo, Luis Almagro, de llevar el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) ante la Corte Penal Internacional (CPI) y la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
“Yo creo que hace un delirio el señor Almagro; hay una (percepción) absolutamente incorrecta, no sé si él será o no finalmente abogado, pero él debería conocer que de acuerdo al estatuto de la CIJ (…) ésta es una corte para solucionar controversias entre Estados y aquí no veo ninguna controversia con ningún otro Estado”, dijo Arce en una entrevista con La Razón Radio.
El martes, después de que el GIEI presentó su informe sobre la crisis de 2019 en Bolivia y estableció que en el último trimestre de ese año se cometieron graves violaciones de los derechos humanos, Almagro publicó en su cuenta en Twitter: “Hemos tomado nota de la publicación del informe GIEI Bolivia. Sin perjuicio de un análisis del mismo en los próximos días, consideramos que contiene importantes elementos a ser presentados ante la Corte Penal Internacional (CPI) y la Corte Internacional de Justicia (CIJ)”.
Pero “parece que el señor Almagro no está haciendo sus tuits o (tal vez solo) está copiando los tuits que lo están enviado desde grupos radicales de nuestro país (…), porque la Corte Internacional de Justicia (…) es para solucionar controversias entre Estados, (entonces) son alocuciones verdaderamente absurdas, carentes de fundamento, carentes de razón, que no tienen razón de ser”, agregó el embajador.
Además, Arce cree que con ese mensaje Almagro solo está mostrando su “nerviosismo y una preocupación profunda porque fue uno de los autores mediatos en todo lo que ha ocurrido” en Bolivia durante la crisis de 2019, debido a que un informe preliminar de la auditoría que realizó la OEA a las elecciones anuladas de ese año, que supuso un “fraude electoral”, agravó el conflicto y terminó con la renuncia del entonces presidente Evo Morales y la posterior cuestionada proclamación de Jeanine Áñez.
“Almagro emitió la madrugada del domingo 10 de noviembre (de 2019, es decir horas antes de la renuncia de Morales) un informe preliminar de auditoría absolutamente ilegal porque no estaba contemplado en el acuerdo que suscribió el Estado boliviano con la Secretaría General (de la OEA para ese procedimiento), porque nunca fue puesto a consideración del Estado y lo peor de todo porque estaba lleno de falsedades (debido a que) tiempo después (otros) informes internacionales llegaron a la conclusión que jamás en Bolivia hubo una manipulación dolosa de los resultados electorales, más allá de los errores que hayan podido haber”, remarcó.
Por tanto, el embajador también consideró que es “una mentira (la versión del fraude electoral) que se ha utilizado para derrocar a un gobierno constitucional y para generar una violación de los derechos humanos tan cruenta y tan terrible como la que ha vivido la nación boliviana y que está relatada en el informe del GIEI”.