Hace 70 años: la Revolución de 1952 se saldó durante tres días
Mamerto Urriolagoitia prefirió entregar el poder a las Fuerzas Armadas; la decisión generó una crisis política e insurrección.
Los mineros, protagonistas de la Revolución de 1952. Foto: La Razón-archivo
“No queremos destruir, sino construir Bolivia”, afirmó el presidente interino Hernán Siles el 11 de abril de 1952 luego de consolidarse la revolución que comenzó tres días antes. Con ello, se logró el voto universal, nacionalización de las minas y la reforma agraria.
El Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), fundado en 1942, lideró una corriente popular que rompió el régimen liberal. En las elecciones de 1951 postuló a Víctor Paz Estenssoro y Hernán Siles Zuazo y derrotó al candidato liberal Gabriel Gosálvez, con el 42% del voto calificado (en esos años las mujeres y los indígenas estaban excluidos).
El presidente Mamerto Urriolagoitia prefirió entregar el poder a las Fuerzas Armadas alegando que el MNR “solo representaba a grupos minoritarios”. La decisión generó una crisis política e insurrección popular que permitió el ascenso de Paz Estenssoro y el MNR al poder, así lo reflejan los periódicos de esa época.
“Luego de intensa lucha de tres días y dos noches, lograron el triunfo las fuerzas de la revolución”, titulaba El Diario el 9 de abril de 1952, en una edición extra y que se difundió dos días después porque hubo la “suspensión de los servicios de comunicación y de la luz eléctrica” en La Paz.
Con fotografías y varios relatos, el rotativo paceño detalla que a las 04.00 del miércoles 9 de abril empezaron las sublevaciones; tres días después, a las 14.00 del viernes, “las fuerzas revolucionarias capturaron el edificio del Ministerio de Defensa y dominaron la resistencia en el Montículo”.
VICTORIA
“Quienes hacían resistencia en Miraflores fueron dominados, habiéndose entregado a los revolucionarios los que aún custodiaban la ciudadela militar de Miraflores y el cuartel de San Jorge (…). A partir de ese momento empezaron a desfilar los numerosos prisioneros que fueron capturados en esta última acción, con la que la revolución quedó absolutamente consolidada”, detalla El Diario el 11 de abril.
A las 16.35, Siles salió a hablar al balcón del Palacio de Gobierno, luego el dirigente minero Juan Lechín, ante una muchedumbre en la plaza Murillo. “Hay una segunda garantía del pueblo para con la Junta de Gobierno, es la de no separarse”, afirmó en su discurso.
Paz Estenssoro incluyó a varios sectores sociales y políticos en la estructura de su primer gobierno, especialmente a trabajadores mineros. Según los resultados del Censo de 1950, Bolivia dependía en un 80% de la producción de minerales; el 70% de la población era analfabeta y de los tres millones de habitantes, solamente 600.000 vivían en las ciudades.
Es así que el 21 de julio de 1952 se decreta el voto universal, el 31 de octubre de ese mismo año se nacionalizan las minas y el 2 de agosto de 1953 se decreta la Reforma Agraria bajo el principio de que “la tierra es para quien la trabaja”. Esta última acción zanjó con un sistema de explotación semifeudal, aunque no logró la transformación productiva del agro.
La histórica revolución de aquel 9 de abril abrió un proceso político de 12 años y tres gestiones al mando del MNR en Bolivia.
La radio fue protagonista del 9 de abril
Ante la suspensión de los servicios de comunicación y la electricidad durante los tres días que ocurrió la revolución, la radio fue la protagonista del 9 de abril para que en varias regiones de Bolivia se enteraran de la sublevación en La Paz.
En El Diario se detalla que el 11 de abril, “en las primeras horas de la mañana, tan pronto como se conoció en la ciudad el triunfo de la revolución, usó los micrófonos de radio Illimani el señor Adrián Barrenechea, miembro del MNR para dirigirse al pueblo de Potosí”.
En esa misma emisora, en medio de la confusión de las balaceras, se informó en aymara “el significado de la revolución” y también se entonó algunas frases del Himno Nacional.
DISCURSO
“Felicito emocionado al pueblo que se ha hecho dueño de sus propios destinos y que ha dado a América una lección que recogerán los siglos como demostración de que en las breñas altiplánicas vive indomable el espíritu de la raza heroica”, afirmó en parte de su discurso el dirigente minero Juan Lechín a través de los micrófonos de la radio.
En esa línea, en los periódicos de esa época se detalla que en Oruro, los ciudadanos se enteraron de la sublevación paceña por medio de radio Illimani. Durante la rebelión en esa región fallecieron 87 varones, mujeres y niños, pese a que salieron en una marcha pacífica.
Y en La Paz, “el llamado al pueblo era mediante la radio para que se congreguen”, señala una nota de El Diario.
Por otra parte, además de las tres medidas históricas del MNR, está la reforma educativa de 1955. “Emergió una intelectualidad aymara. Tardó en empoderarse la mujer y el indígena, con la Revolución del 52 se inició su participación fuerte en la política”, remarcó en una pasada entrevista con LA RAZÓN el historiador Fernando Cajías.
Historias de la sublevación del 9 de abril
- Manifestación. En la ciudad de Oruro hubo 87 muertos y 238 heridos; los varones, mujeres y niños fueron victimados con cañones, ametralladoras y fusiles, la mañana del 9 de abril.
- Víctimas. Los periódicos de esa época publicaron fotografías de los fallecidos. En la edición del 11 de abril de El Diario se lee: “Buscando a su padre que había abandonado el hogar para intervenir en las acciones revolucionarias, el niño José Luis Calderón, estudiante del colegio Don Bosco, recibió dos heridas de bala cuando recorría las barricadas de Sopocachi”.
- Colectas. Varias instituciones organizaron campañas en favor de las víctimas de la revolución; como la Cámara Nacional de Industrias, que instó a sus asociados a hacer llegar hasta el 25 de ese mes montos económicos.
- Ayuda. Carmela Cerruto, la esposa de Paz Estenssoro, lideró varias acciones humanitarias en el país.