Analistas coincidieron en la necesidad de regular el trabajo periodístico para fines de resguardo del derecho a la información, aunque consideraron mejorar los mecanismos de autorregulación para evitar daños con la desinformación.
El constitucionalista Israel Quino y el comunicador y periodista José Luis Exeni abordaron en la transmisión digital Piedra, Papel y Tinta, de La Razón, el tema “Ética periodística y medios de comunicación” con la directora de esta casa editorial, Claudia Benavente.
La conversación se derivó del fallo del Tribunal Nacional de Ética Periodística (TNÉP), que atendió la denuncia de Marcelo Arce Mosqueira, hijo del presidente Luis Arce, en contra de la periodista Amalia Pando.
La periodista “deberá rectificar mediante el derecho a réplica la nota periodística publicada con las aclaraciones pertinentes o formulando las disculpas del caso”, dictó el TNÉP, con las firmas de José Luis Aguirre, Gabriela Orozco y Carlos Toranzo.
El 30 de enero, Pando denunció presuntas irregularidades contra Arce Mosqueira en un reportaje titulado “La negociación secreta del hijo de Arce con Venezuela”. Aludió al hombre de haber negociado en Caracas, a nombre del Estado, la entrega de la planta productora de urea y sus derivados a un país extranjero.
El 18 de marzo, el denunciado presentó su queja ante el TNÉP, que en su dictamen estableció que Pando debe observar en su trabajo periodístico la exigencia ética de la veracidad y de la contextualización de los hechos, además de considerar el equilibrio informativo y el respeto a la diferenciación entre opinión e información.
“No queremos agarrar un caso y caerle, sino hablar del oficio periodístico y lo que la sociedad puede hacer para tener mejores medios de comunicación y periodistas”, justificó Benavente en la transmisión digital de ayer.
En sus primeras reflexiones, Exeni consideró que “desde hace mucho tiempo hay un falso debate entre autorregulación y la regulación” sobre el trabajo periodístico. Ambas no son excluyentes, “en democracia debe haber normas que regulen el trabajo de los medios, respetando plenamente los principios de la libertad de expresión”, dijo.
Sin embargo, afirmó que es “un convencido de que debe haber mecanismos de autorregulación” señalados en la Ley de Imprenta, de 1925, y otras normas.
Señaló que está pendiente, partiendo del oficio, otra norma necesaria para el ejercicio periodístico. “No tengo miedo a la regulación, pero sí creo más en la autorregulación”, insistió.
Exvocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Exeni explicó que la regulación parte del Estado, que promulga normas para su cumplimiento obligatorio, y que la autorregulación implica “principios que asume el propio gremio, códigos deontológicos y de ética, que no son obligantes”.
En tanto, Quino invocó tratados internacionales y la Constitución Política del Estado (artículos 106 y 107) para referirse al tema, que, en su criterio, establece al menos 12 disposiciones normativas y una reserva legal: ocho derechos, dos principios, una cláusula de conciencia y una disposición respecto de la autorregulación.
Recordó que ese necesario en el país un “desarrollo legislativo respecto del ejercicio de los derechos a la información y la comunicación”, como lo tienen Perú, Chile, Colombia o Costa Rica. Incluso lo ha desarrollo la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en la Opinión Consultiva 008/87, “en razón inclusive de la réplica y la rectificación, en ausencia de mecanismos de autorregulación”.
Quino dijo que “hay un miedo de parte del poder político de generar una Ley de Comunicación”. La Constitución permite cumplir su mandato en relación al caso a través de otros mecanismos, hace falta uno específico “para optimizar el ejercicio profesional del periodismo” en el país.
Sobre el caso de Pando, que este martes desafió a Arce Mosqueira a salir de su “escondite” para responder por su denuncia, Exeni dijo que es una “pena” que el fallo del TNÉP “quede en papel mojado”. Hace falta mecanismos de seguimiento a los casos de autorregulación, afirmó.
Quino complementó con que el TNÉP “identifica siete vulneraciones, entre el incumplimiento de cuatro deberes del Código de Ética y dos restricciones”. Entre éstas citó el haber difundido información falsa y sensacionalista.
Además de códigos de ética y otros deontológicos, el trabajo periodístico en el país se rige con la Ley de Imprenta, del 19 de enero de 1925.
Las discusiones sobre la actualización de esta norma no han tenido éxito en el pasado reciente, incluso ante la irrupción de nuevas tecnologías de información.