El Tribunal Disciplinario Superior de la Policía Boliviana rechazó la apelación interpuesta por el excomandante de la Policía de Cochabamba Jaime Zurita y decidió ratificar su “baja definitiva de la institución sin derecho a reincorporación” por el motín policial de 2019.
“El recurso de apelación presentado por Jaime Zurita, excomandante departamental de la Policía de Cochabamba durante la masacre de Sacaba, ante la resolución sancionatoria que expresaba su baja definitiva de la institución Verde Olivo, fue rechazado y el coronel Zurita está oficialmente fuera de la Policía Boliviana”, informó este viernes Eduardo del Castillo, ministro de Gobierno, a través de sus redes sociales.
La autoridad gubernamental adjuntó a su mensaje un reporte enviado por el presidente del Tribunal Disciplinario Superior de la Policía, Álvaro Marcelo Flores, al comandante general de la Policía Boliviana, Jhonny Aguilera.
En dicho documento, se detalla que a través de un decreto de este 3 de junio se declaró “ejecutoriada la resolución (…) del 24 de mayo de 2022 emitido por el Tribunal Disciplinario Superior (…) que ‘confirma la resolución de primera instancia (…) del 10 de enero de 2022, la cual dicta resolución sancionatoria de baja definitiva de la institución sin derecho a reincorporación’ en contra del servidor público policial Jaime Edwin Zurita…”.
También puede leer: Dan de baja al excomandante de la Policía de Cochabamba Jaime Zurita por el motín de 2019.
El coronel Zurita fue comandante departamental de la Policía de Cochabamba durante la crisis de 2019 y la intervención policial-militar a una marcha en favor del expresidente Evo Morales que acabó con 10 muertos y decenas de heridos de bala en Sacaba. El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que investigó la violencia y la violación de derechos humanos en 2019, estableció que en la represión incluso hubo ejecuciones sumarias.
El motín policial empezó en la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) de la ciudad de Cochabamba el 7 de noviembre de 2019, desde ahí se irradió a diferentes ciudades capitales. Ese hecho, junto a las protestas cívicas y la “sugerencia” militar de dimisión, acabó en la renuncia de Morales y la toma del poder por parte de Jeanine Áñez.