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La penalización del aborto es ‘un retroceso’ y un dispositivo para ‘perseguir a mujeres’

Lourdes Montero, Claudia Benavente y Nadia Cruz, en La Razón.

Lourdes Montero, Claudia Benavente y Nadia Cruz, en La Razón.

Expertas en asuntos de género abordaron en Piedra, Papel y Tinta, de La Razón, la decisión de Estados Unidos de eliminar el derecho al aborto. Se trata de un retroceso de 50 años y la penalización implica un dispositivo para perseguir a mujeres.

Las coincidencias fueron expresadas este martes en la transmisión digital de La Razón que consideró el caso con la defensora del Pueblo, Nadia Cruz, y las especialistas en la materia Lourdes Montero y Carmen Sanabria.

El 25 de junio, la Corte Suprema de Estados Unidos revocó la sentencia «Roe v. Wade», que desde 1973 garantizaba el derecho de las mujeres de ese país a abortar.

La medida causó repercusión local y mundial, y el mismo presidente Joe Biden la calificó como un “error trágico”. En la otra vereda, el expresidente republicano Donald Trump aplaudió la decisión judicial y afirmó que se trata de “la voluntad de Dios”.

En Bolivia, Montero, representante de Osxfam, dijo que la sentencia “ha reavivado la polémica en torno al aborto, porque ha sido un retroceso de 50 años”. “Estados Unidos ya tenía un derecho consagrado a la libertad de la decisión” libre de las mujeres, según sus creencias, su condición de vida y sobre su cuerpo.

Apuntó a Trump y a sectores conservadores de Estados Unidos de generar una tendencia internacional en relación al asunto. «Era una amenaza que se venían previendo, porque (Donald) Trump hizo una promesa de campaña», recordó.

En tanto, Sanabria explicó que se trata de “una disputa política que tiene de trasfondo el derecho de las mujeres” y echa por la borda el principio de “que el Estado no tiene derecho para intervenir en decisiones, individuales y muy íntimas”.

Dicha sentencia implica dejar liberado a la mayoría política de los Estados la regulación del derecho al aborto, explicó.

Para Cruz, la decisión de los jueces estadounidenses sobre ese derecho “responde a una corriente que se está dando en las Américas en general, en un momento en que las mujeres están tomando un protagonismo importante sobre las riendas de los Estados en América Latina”.

Consideró que la penalización del aborto “sirve además para perseguir a las mujeres, que después de haber pasado por un proceso tan doloroso y crítico —que seguramente los hombres, jueces y fiscales no lo saben— son perseguidas”.

Y dio un dato: “En Bolivia, en este momento hay 186 mujeres que están siendo procesadas por el tipo penal de aborto. Este número incluye a muchas víctimas”.

Cruz expresó su preocupación por la medida judicial, porque, en su criterio, con la pandemia los casos de violencia sexual contra mujeres, niños, niñas y adolescentes en Bolivia se ha agravado de “manera alarmante” y el país debe tener una “de las tasas más fuertes de América Latina”. Esto, sumado a la tasa más alta de embarazos de adolescentes en la región.

Dijo que el problema se ahonda más con los discursos de algunas instituciones del Estado, la Iglesia Católica y parte de la opinión pública que satanizan las decisiones de defensa de los derechos de las niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual. “En Bolivia pareciera que se está naturalizando los hechos de tortura de niñas y adolescentes, que después de haber sido vejadas, algunos hospitales y centros de salud (dicen) que ellas tienen que cargar con la responsabilidad” sobre lo que el Estado, su familia y su comunidad no hicieron como prevención en su momento.

Llamó la atención sobre el interés de esas instituciones de evitar, por ejemplo, el aborto en casos de violación de niñas. Afirmó que hay una doble moral en ese sentido: “Esos centros religiosos donde básicamente almacenan niñas y adolescentes para que culminen embarazos, ¿Y cuál es el discurso? Posiblemente ellas no se hagan cargo, (los bebés) será para adopción”.

“Necesitamos desmoralizar y desideologizar el aparato público, necesitamos generar medidas mucho más efectivas”, desafió Cruz.

El 22 de enero de 1973, la Misma Corte Suprema de Estados Unidos consideró legal el derecho al aborto bajo la enmienda 14 de la Constitución de ese país. El caso devino de una demanda de Jane Roe contra el fiscal de Dallas Henry Wade, quien prohibió en Texas el aborto.