Tras el diálogo por el Censo que se desarrolló ayer en Santa Cruz, el alcalde de esa ciudad, Jhonny Fernández, instó a las diferentes instituciones de esa región, que participan de este debate, a no “contaminar” el proceso con discursos políticos y ponderar los aspectos técnicos.
Este es un proceso técnico, por tanto, “todas las apreciaciones políticas deben dejarse de lado, ya no tienen que entrar acá, porque estaríamos perdiendo el tiempo otra vez”, afirmó la autoridad en contacto con el programa Piedra, papel y tinta de La Razón.
Así, Fernández se refirió al encuentro que se realizó en la capital cruceña para analizar el Censo de Población y Vivienda, en el que participaron técnicos del Instituto Nacional de Estadística (INE), del Ministerio de Planificación, representantes de la gobernación de Santa Cruz, los municipios del departamento y la UAGRM, además del gobernador Luis Fernando Camacho.
Según el vocero de la universidad cruceña, Manfredo Bravo, en la reunión se llegó a una serie de acuerdo, como el hecho de establecer que no hay una fecha definitiva para el Censo y que se instalarán mesas técnicas con el INE.
“Hay que conformar el equipo técnico con técnicos especializados, de las alcaldías, la universidad, y que comiencen a hacer las evaluaciones, el seguimiento y a hacer propuestas de cómo acortar plazos y que se mejore la calidad de la construcción del Censo”, afirmó el alcalde.
Las instituciones cruceñas demandan que el empadronamiento nacional se realice en 2023, no obstante, durante una reunión del Consejo Nacional de Autonomías (CNE) se determinó diferir el proceso hasta 2024, pese a que el Censo debía realizarse en noviembre de este año.
Queremos “que sea un censo de calidad, porque tampoco por ‘tumbar’ fechas vamos a hacer cosas que mañana no nos sirvan como instrumento de planificación”, enfatizó Fernández.
En ese marco, afirmó que el diálogo por el Censo “debió hacerse hace seis meses” para evitar los actuales conflictos por ese tema.