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Teresa Morales: ‘Luchar contra la corrupción no es luchar contra el Gobierno’

La exministra Teresa Morales

“Un militante del MAS no tendría por qué llorar cuando un masista se enfrenta con otro”, dijo Teresa Morales, militante de este partido, en relación a las actuales fricciones dentro del partido gobernante tras las denuncias de corrupción en la Administradora Boliviana de Caminos (ABC).

Al contrario, dijo que la militancia masista no tiene que estar preocupada, pues “luchar contra la corrupción no es luchar contra el Gobierno”, señaló en una entrevista con el programa Piedra, Papel y Tinta, de La Razón.

Explicó que el MAS es una estructura política grande y dinámica, y que, tanto en el Gobierno como en la Asamblea Legislativa, los militantes elegidos tienen que hacer su trabajo. Por eso defendió que un diputado (Héctor Arce) se ocupe de hacer denuncias de corrupción, porque ese es su trabajo, sin que eso quiera decir que sean “enemigos del Gobierno”.

Lamentó que los partidos de oposición y algunos medios de comunicación usen estos casos para tratar de mostrar que hay división en el MAS. “Quieren hacer ver que el MAS se fracturó, que se murió, y nos quieren hacer pelear”, señaló Morales, directora de la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF) en el último gobierno de Evo Morales.

“Luchar contra la corrupción no es luchar contra el Gobierno, no es ser enemigo del Gobierno. No hay que callarse, denunciar corrupción es defender al Gobierno y los diputados hacen su función pública”, afirmó.

Por su parte, César Navarro, exministro de Minería, explicó que el MAS tiene cuatro etapas en su historia: la primera fue durante su fundación y primeras participaciones en la política, la segunda cuando llegó al gobierno con medidas radicales como la nacionalización y la Asamblea Constituyente, la tercera cuando logra aplicar la nueva constitución y tiene los dos tercios en la Asamblea Legislativa.

La cuarta, dijo, emerge de la crisis del 2019 y se extiende hasta los días presentes en los que, sin duda, busca nuevos horizontes y liderazgos. No obstante, defendió el liderazgo de Evo Morales a lo largo de esta historia.

Si bien rechazó las versiones de división y peleas en su partido, dijo que estos conflictos internos se deberían debatir antes en un nivel de institucionalidad del MAS, antes que en los medios de comunicación, porque—afirmó— una simple denuncia corre el riesgo de convertirse después en un ‘espectáculo’.

Explicó que de la crisis del 2019 y del #golpe de Estado#, fue la derecha la que salió destruida. De hecho, el “golpe fue tan duro” que movimientos políticos como el de Rubén Costas, en Santa Cruz, y de Luis Revilla, en La Paz, desaparecieron.

“La derecha sufrió más el golpe, ahora la derecha vive el momento más dramático de su existencia”, dijo.