En tres días cae otro militar por la masacre de Senkata de 2019
Antes que Alfredo Irrazabal, el miércoles, corrió la misma suerte el teniente coronel del Ejército Miguel Eduardo Santiesteban Stroebel, por el mismo caso, quien también aguarda su audiencia de medidas cautelares.
El comandante Alfredo Irrazabal Guzmán, cuando fue aprehendido. Foto: APG
En menos de una semana, otro militar fue aprehendido por el caso Senkata. Este viernes fue detenido Alfredo Irrazabal Guzmán, comandante de la Escuela de Cóndores de Sanandita, y luego trasladado a celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), en espera de que se defina su situación jurídica.
Antes que Irrazabal, el miércoles, corrió la misma suerte el teniente coronel del Ejército Miguel Eduardo Santiesteban Stroebel, por el mismo caso, quien también aguarda su audiencia de medidas cautelares.
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En el reciente caso, la Policía capturó a Irrazabal por una orden del Ministerio Público que fue emitida el lunes, en el marco de las investigaciones que se hacen por la masacre de 2019 en esa zona de El alto, por los delitos de genocidio, homicidio, lesiones graves y leves.
“Ha sido aprehendido en Sanandita, fue sacado de la Escuela de Cóndores en Yacuiba y luego trasladado a la ciudad de La Paz, entendemos que también va a ser imputado por los mismos delitos”, informó el abogado Jorge Valda, quien también es abogado de Santiesteban.
El jurista indicó que la Fiscalía está pidiendo seis meses de detención preventiva para ambos militares, bajo el argumento de que existe peligro de fuga y obstaculización.
El miércoles, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, explicó que Santiesteban estaría involucrado “en los luctuosos hechos suscitados en la gestión 2019, que permitieron el golpe de Estado en nuestro país”.
Tras el derrocamiento del presidente Evo Morales, Jeanine Áñez asumió el poder el 12 de noviembre de 2019 y emitió el Decreto Supremo 4078 que dio luz verde a los operativos conjuntos de militares y policías para “restablecer el orden”, ante las protestas por la renuncia de Morales.
Asimismo, esa norma libró de responsabilidad penal a los efectivos castrenses que participen en los operativos. Fue así que el 15 de noviembre se produjo la masacre de Sacaba, en Cochabamba, con 10 fallecidos por el impacto de balas, a lo que se sumó la masacre de Senkata, cuatro días después.