Decenas de personas le dan el último adiós al ‘P´ajla’ Xavier Albó en Cochabamba
El sacerdote falleció el viernes por la mañana, por una enfermedad y un accidente cerebrovascular (ACV) hemorrágico.
Los restos mortales del jesuita Xavier Albó descansan en el Cementerio General de Cochabamba.
Imagen: APG
Este sábado fueron enterrados en el Cementerio General de Cochabamba los restos mortales del sacerdote jesuita Xavier Albó, fallecido el viernes por la mañana a los 88 años.
Decenas de personas asistieron a la Parroquia Compañía de Jesús y al campo santo para darle el último adiós al sacerdote jesuita, más conocido como el “P’ajla” (calvo).
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Como estaba previsto, en horas de la mañana se celebró la misa de exequias en la Parroquia Compañía de Jesús.
La misa fue dirigida por Monseñor Oscar Aparicio, Arzobispo de Cochabamba, y estuvieron presentes varios jesuitas.
Posteriormente una caravana acompañó el cortejo fúnebre que llevó el cuerpo de Xavier Albó hasta su última morada.
De acuerdo con red Uno, el cortejo fúnebre culminó en una oración brindada por el padre Sergio Montes, director de la comunidad de La Esperanza de la Compañía de Jesús.
La cantante Jenny Cárdenas interpretó la canción «Gracias a la vida» para homenajear al sacerdote jesuita.
El sacerdote jesuíta recibió múltiples muestras de cariño hasta el final. (Fotos: APG).
Enfermedad
Este viernes, la Compañía de Jesús en Bolivia confirmó el fallecimiento de Albó debido a un accidente cerebrovascular (ACV) hemorrágico.
A pesar de que había sido operado en dos oportunidades, su salud se vio debilitada y le hizo perder la capacidad para movilizarse por cuenta propia.
Vida y obras
Xavier Albó nació en la Garriga (Catalunya, España) el 4 de noviembre de 1934. En 1952 llegó a Bolivia con 17 años cumplidos.
Era sacerdote jesuita, lingüista, investigador y antropólogo.
Gran parte de su vida la dedicó a defender los derechos de los indígenas.
Participó de una huelga de hambre histórica junto a Espinal y las mujeres mineras, entre ellas la dirigente Domitila Chungara.
Este hecho es recordado porque forzó la salida del dictador Hugo Banzer Suárez en 1978.
En 2016 fue galardonado con el Cóndor de los Andes, la máxima distinción que entrega el Estado boliviano.