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‘Pedimos justicia’, dan el último adiós al policía abatido en la fuga de un reo brasileño

El policía es velado en su hogar, en Corapata. Foto: Unitel.

Domingo volvió a casa. Este miércoles, amigos y familiares del sargento Domingo Chávez se reunieron en el que fue su hogar para darle el último adiós, en su velorio. Su gorra de policía acompañó su féretro, así como la tricolor en medio del dolor de sus seres queridos que aún no creen su repentina partida tras ser abatido en la fuga de un reo que custodiaba.

Padre de un niño y dos jóvenes mujeres, el custodio deja a su familia destruida y con el único consuelo de que se haga justicia en este caso.

“Pedimos justicia para mi hermano. Ha sido acribillado por un delincuente, (el reo) debía permanecer en la cárcel, no sé por qué le han dado la salida”, expresó el hermano menor de la víctima.

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El domingo fue la última vez que Domingo estuvo con su familia. En la madrugada, eso de las 04.00, se despidió y salió hacia la cárcel de Chonchocoro, donde prestaba su servicio como uniformado.

El turno de tres días acostumbrado transcurría, empero, el martes, lo asignaron como custodio del reo brasileño Felipe Edvaldo Menezez Iglesias (alias Andrés Luis Xavier da Rocha). Se suponía que él y su camarada debían llevarlo a que se haga un estudio médico al Hospital de Clínicas de la ciudad de La Paz.

POLICÍA

El deber era cumplido. Llegaron al complejo hospitalario, ubicado en la zona de Miraflores. Se acercaban a pie al área de Traumatología y de pronto una moto irrumpió a disparos. Tres de estos le dieron en la cabeza a Domingo, que agonizó unos minutos y luego murió.

“Queremos que se localice a los autores y si hay involucrados. En este caso, si bien hubo una salida para revisión médica, entonces queremos el historial clínico porque al ver, el sujeto (reo) estaba sano”, indicó el hermano.

Así fue, las investigaciones señalan que una médico de Chonchocoro fue cómplice. Certificó una fractura de hace 20 años para viabilizar la salida del recluso. El privado de libertad y sus cómplices fueron capturados, mientras que la familia de Domingo Chávez prepara el entierro.

“Justicia, de mi esposo su vida me la han quitado”, apenas pronunció en medio de llanto la esposa del sargento, a Unitel.

HOGAR

Su hogar en la comunidad de Corapata, La Paz, fue elegido para el velorio de Domingo. Su familia, amigos y conocidos asistieron a despedirlo, a honrar su vida con oraciones; mientras lo recordaban como un hombre ejemplar, que prácticamente crió a sus hermanos menores y fue un amoroso padre para sus tres hijos que hoy lloran su partida.

“Nosotros pedimos justicia para mi papá, tenía muchas fuerzas para seguir adelante. Mi papá era buena persona, por qué me lo quitaron la vida”, relató desconsolada la hija mayor del policía, a dicha red.

No hay consuelo. Las lágrimas inundan los rostros de los seres amados de Domingo Chávez. Ahora su cuerpo está de nuevo en casa, en Corapata, donde también será enterrado.