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Entre el 10 y 11 de noviembre de 2019, en la UCB, políticos y religiosos planificaron el rol que asumiría Áñez

Entre el 10 y 11 de noviembre de 2019, en la UCB, políticos y religiosos planificaron el rol que asumiría Áñez . Foto: Cámara de Senadores.

Foto: Cámara de Senadores.

Declaraciones y testimonios de protagonistas de la crisis de 2019 dan cuenta que políticos, autoridades religiosas y diplomáticos, entre otros, planificaron, en la Universidad Católica Boliviana (UCB), el rol de Jeanine Áñez: de senadora a presidenta del país.

El nombre de la legisladora de oposición fue propuesto después de la renuncia del entonces presidente Evo Morales, el 10 de noviembre de 2019.

Dos días después, Áñez tomó el poder a través de actos sin quórum en la Asamblea Legislativa y sin respetar el reglamento del Senado.

“Entre las 18.00 y 19.00 (era de noche) yo recibo una llamada de Ricardo Paz». «Me pone en altavoz, me explica que ellos estaban en una reunión”, dijo la entonces segunda vicepresidenta del Senado. Áñez declaró ante el Ministerio Público, el 8 de junio de 2021.

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“Yo respondo que estaría dispuesta (a asumir la presidencia) si podría contribuir a la pacificación del país”, agrega Áñez en su declaración.

Paz, representante de Carlos Mesa, y otros dirigentes políticos, entre ellos Jerjes Justiniano. Fue comisionado del entonces presidente del Comité pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, se reunieron en la UCB de La Paz, señala una publicación de La Razón, del 11 de febrero de 2022.

UCB

En el encuentro también participaron miembros de la jerarquía de la Iglesia Católica para abordar la situación. Actualmente, cuatro religiosos están en planes de ser convocados por la Fiscalía.

Esto en el marco del caso Golpe de Estado I, que investiga el derrocamiento de Morales, que derivó en la sucesión a la presidencia de Áñez.

Lo ocurrido el 10 de noviembre de 2019 fue el primer paso de la decisión que dos días después se consumó en el Legislativo.

Entonces, Áñez declaró a una televisora que le correspondía la sucesión presidencial y adelantó que convocaría a sesiones legislativas para considerar las renuncias de Morales y el vicepresidente Álvaro García.

Áñez

Ambas autoridades habían dimitido en un mensaje de video grabado desde Chimoré, a las 16.52 de ese domingo 10.

Al día siguiente, el 11 de noviembre, Áñez llegó al aeropuerto de El Alto en un vuelo de Amaszonas desde Trinidad, que había hecho escala previa en Santa Cruz, donde coincidió con su colega, en el senador Óscar Ortiz.

Allí, un militar le dijo que tenía orden de trasladarla en un helicóptero al Colegio Militar. En el viaje fueron incluidos los dos hijos de la aún senadora, además de Ortiz.

Luego, siendo aún vicepresidenta del Senado, en el hall del Legislativo expresó su preocupación por la situación del país y volvió a señalar que llamaría a sesiones para la lectura de las renuncias de Morales y García.

Mientras tanto, por segundo día consecutivo, el mismo 11 de noviembre, en la UCB, Mesa, Paz, Quiroga, Samuel Doria Medina, el exdefensor Waldo Albarracín, el defensor Rolando Villena y otros se volvieron a reunir.

Religiosos

Junto a ellos estuvo el representante de la Unión Europa, León de la Torre, y otros embajadores, quienes debatían una “salida lo más constitucional posible” a la crisis.

Por el oficialismo habían sido invitadas la senadora Adriana Salvatierra, que renunció horas antes a la presidencia del Senado, y la exministra Teresa Morales.

En el encuentro, también participaron representantes de la Iglesia Católica; en ese marco, la Procuraduría pidió a la Fiscalía convocar a cuatro religiosos.

Ellos son: el monseñor Ricardo Centellas Guzmán, en ese entonces vicepresidente de la CEB; Aurelio Pesoa Ribera, quien era secretario general de la CEB; monseñor Giovani Arana, entonces obispo auxiliar de El Alto, y el padre José Fuentes Cano.

Este lunes, al respecto, el procurador Wilfredo Chávez afirmó que los prelados deberán comparecer “en calidad de testigos”.