Icono del sitio La Razón

Carlos Mesa: Escribir de fútbol ‘me permite no perder la cabeza en la política’

Carlos Mesa, en entrevista con Claudia Benavente, el viernes en La Razón.

Carlos Mesa, en entrevista con Claudia Benavente, el viernes en La Razón.

Muy activo en la actividad política, el expresidente Carlos Mesa (2003-2005) acaba de presentar un libro sobre una historia del fútbol en el país, una faceta que considera que es un escape y un “bálsamo” personal ante el complejo mundo político.

Escribir sobre estadísticas y fútbol “me permite no perder la cabeza en la política, que a veces es tan estresante. Hago esto porque me limpia la cabeza, me vuelve a la vida cotidiana y real”, confesó ayer en Piedra, Papel y Tinta.

Jefe de la alianza Comunidad Ciudadana (CC), Mesa abordó con la directora de La Razón, Claudia Benavente, detalles de su nuevo libro, Always Ready, 90 años con la banda en el corazón, compartido con el fallecido historiador del fútbol Iván Aguilar. Sin embargo, se dio unos breves minutos para referirse a la política, que, en su criterio, “tiene que una serie de exigencias muy fuertes que a veces aísla (a uno)”.

‘Bálsamo’

Declarado hincha y otrora directivo de Always Ready, consideró que su faceta de también historiador de fútbol —tiene decenas de libros sobre historia nacional— es una “especie de bálsamo” para él. Me permite “horas de descanso imprescindibles para no perder la cabeza”, insistió el dirigente.

“No voy a hablar del concepto político en su conjunto; necesitas una estabilidad emocional y una tranquilidad mental que la política te exige para luego, cuando tienes que tomar decisiones, estar lúcido”, comentó Mesa.

El también periodista cobró protagonismo en la política dura del país desde 2002, cuando fue invitado por el entonces jefe del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), Gonzalo Sánchez de Lozada, a acompañarlo como candidato a vicepresidente en las elecciones generales de ese año. Entonces ganaron los comicios con el 22,4% de los votos, resultado que no les permitió asumir el poder sino en alianza con otras fuerzas políticas, como Nueva Fuerza Republicana (NFR) y el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MNR).

Una grave crisis política en octubre de 2003, la llamada Guerra por el Gas, terminó con el gobierno, cuyo saldo fueron 69 fallecidos en El Alto y La Paz por represión de elementos de las Fuerzas Armadas. Sánchez de Lozada renunció y Mesa, por sucesión constitucional, se hizo cargo del poder el 17 de octubre de ese año.

Renuncia

Sin embargo, en otras circunstancias críticas, renunció el 9 de junio de 2005 y horas después el Congreso Nacional nombró en su lugar al entonces presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eduardo Rodríguez Veltzé.

En 2019, en otra situación complicada, Mesa fue candidato de CC a la presidencia. Las elecciones de entonces quedaron nulas debido a presuntas irregularidades establecidas por la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA).

historia. En la entrevista de ayer en La Razón, Benavente comentó, en alusión a Mesa, que la política la había despojado de un gran periodista, entrevistador y experto de fútbol.

Puede leer: Mesa dice que la ‘Ley del oro’ no fue aprobada y que la ‘manipulación’ del reglamento es una ‘canallada’

“La política me ha dado un doble privilegio, un doble honor: el pasar de la reflexión a la acción y el privilegio de haber sido su primer servidor público durante casi dos años”, respondió Mesa.

Sin embargo, el exmandatario justificó que “en el costo-beneficio, ese doble beneficio lo valía”. 

Además, Mesa fue el vocero de la causa marítima en el gobierno de Evo Morales, con quien mantiene una férrea disputa acentuada en la crisis poselectoral de 2019, cuando cayó el presidente y se proclamó Jeanine Áñez.

De ‘fraude monumental’ a ‘sucesión impecable’

Entonces candidato a la presidencia por Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa fue pieza clave en la crisis poselectoral de 2019 que terminó con la renuncia del entonces presidente Evo Morales.

Para los comicios del 20 de octubre de ese año, el exmandatario y también historiador ya había cuestionado la candidatura “inconstitucional” de Morales, favorecido por un fallo del Tribunal Constitucional que omitió el referéndum de 2016 que le dijo No a la repostulación del líder del Movimiento Al Socialismo (MAS).

La noche de las elecciones, el sistema de resultados preliminares del Tribunal Supremo Electoral (TSE) fue suspendido abruptamente, situación que despertó susceptibilidades en Mesa, quien se declaró con derecho a segunda vuelta, denunció “fraude escandaloso” y “fraude monumental”, y llamó a vigilias en los tribunales.

Quien lo secundó fue el entonces presidente del Comité pro Santa Cruz, ahora gobernador Luis Fernando Camacho, que llamó a un par indefinido. La protesta degeneró en un motín policial y la sugerencia de las Fuerzas Armadas y la Policía Boliviana de renuncia del mandatario.

Morales renunció a las 16.52 del domingo 10 de noviembre de 2019 en Chimoré. Dos días después se asiló en México.

Luego de cabildeos políticos en el rectorado de la Universidad Católica que sugirió el nombre de Jeanine Áñez para la sucesión, la senadora de oposición se proclamó presidenta la noche del martes 12 de noviembre. Lo hizo en sendos actos, sin quorum ni los dos tercios de entonces del MAS, en la Cámara de Senadores y la Asamblea Legislativa.

Mesa consideró el caso como “sucesión impecable” y ahora cuestiona los procesos judiciales por los extremos contra Áñez. El 10 de junio de 2022, un tribunal condenó a la expresidenta a 10 años de prisión en el caso Golpe de Estado II, por los delitos de incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes.