Panelistas cuestionan que los medios no den cobertura por los 50 años del golpe de 1973 en Chile
La activista boliviana de derechos humanos Nila Heredia dijo que algunos medios de comunicación no dieron cobertura a los 50 años de golpe de 1973 en Chile por “miedo a la historia”.
Nila Heredia y Marco Enríquez-Ominami en entrevista con la periodista y directora de La Razón, Claudia Benavente.
En la transmisión digital del Piedra, Papel y Tinta, de La Razón, la activista boliviana de derechos humanos Nila Heredia y el excandidato a la Presidencia de Chile Marco Enríquez-Ominami cuestionaron que los medios, en ambos países, no den cobertura al golpe de Estado de 1973, a 50 años de los cruentos sucesos.
Primero, Heredia sostuvo que existen medios que “le tienen miedo a la historia”. “Hoy los medios de comunicación son los que están manejando prácticamente todo. Y el hecho de que no esté en primera página este día está demostrando, no cuánta importancia tiene, sino cuánto miedo le tiene a la historia”, dijo en los estudios de La Razón.
En su criterio, es una decisión “manejada” por grupos de derecha política de la oposición, pero también de la población.
Por su parte, Enríquez-Ominami dijo que el “sentido común” en Chile está controlado, actualmente, por la extrema derecha. “Estuve viendo la audiencia; todos los canales hablaron del clima, de un problema que hubo con un edificio y después hablaron de esto (el golpe de Estado de 1973); y el canal que solo habló de los 50 años, tiene la menor audiencia. Dos tercios del país no está interesado en lo que estamos conversando, eso es una derrota”, reclamó en la misma entrevista.
Dijo que el debate político en su país está centrado en la explicación de “la teoría de los dos demonios: hay un demonio de izquierda y un demonio de derecha”.
El conversatorio coincidió con la memoria de los 50 años de la asonada militar que causó 1.747 personas fallecidas y otras 1.469 desparecidas, de las cuales se logró identificar a 307. Entonces, el general Augusto Pinochet tomó mando de Chile y derrocó al presidente Salvador Allende.
Ese acto se desarrolló en el Palacio de La Moneda, en Santiago. Entre los invitados estuvo el presidente boliviano, Luis Arce, que, en su corta intervención, a su llegada, rechazó “cualquier actitud contra la democracia” de los países. Además, fustigó “las nuevas formas de golpe de Estado”.
Según explicó, esas nuevas formas tienen que ver con acciones desde los Parlamentos, el Órgano Judicial y otras instancias, desde donde se atenta contra la democracia.