El embajador Nicolas Weeks consideró que hay algo de Suecia en Bolivia e informó que al menos 12.000 bolivianos viven desde los años 80 en distintas ciudades de su país.
«Cada día los bolivianos tienen algo de Suecia: camiones Volvo y Scania, Tigo o Spotify», comentó el diplomático en entrevista con el programa Piedra, Papel y Tinta, de La Razón.
Esas marcas, y otras relativas a la minería, son de trascendencia multinacional.
En una conversación amena con Claudia Benavente, la directora del diario y del streaming, Weeks compartió su gusto por el afamado grupo de rock sueco Abba o los británicos Queen. Contó que sigue a esta banda debido al origen británico de su padre.
Relación bilateral
En un castellano inteligible, recordó que Suecia y Bolivia tienen una relación bilateral de 30 años, al principio a través de una oficina en Bogotá, Colombia, y ahora con una embajada propia en La Paz.
Dijo que él es el primer embajador sueco en el país, que vino a Bolivia hace dos años. Es “mi primer cargo en un país no solo en América Latina, sino de uno hispanohablante”, confesó.
Además, afirmó que ya se encuentra familiarizado con el país debido a la hospitalidad de la gente y la variedad de la naturaleza, que, en su criterio, “forma parte del pulmón del mundo con sus grandes reservas forestales”.
“Mi esposa, yo y nuestro gato (tailandés, de pelo corto), estamos muy contentos”, admitió en el programa cuyos estudios se encuentran en la casa editorial de Alto Auquisamaña, en La Paz.
Bolivianos en Suecia
Contó que en su país viven unos 12.000 bolivianos, la mayoría de ellos refugiados en los años 80, durante las dictaduras en Bolivia, y en los 90. Hay “varios refugiados políticos y luego (residentes por la) migración económica”, explicó.
“Es muy común encontrar a bolivianos ligados a familias de Suecia”, dijo el embajador.
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Sobre la estancia de suecos en Bolivia, afirmó que “gran parte de ellos llega cada año a disfrutar vacaciones en Bolivia”, aunque no supo precisar el número. “No hay obligación de registrarse como ciudadanos suecos”, justificó.
Tenemos estudiantes y familias, “algunos cientos”, calculó.
Sobre las relaciones entre Suecia y Bolivia, Weeks dijo que “son estrechas”. Dijo que hay una cooperación de desarrollo que tiene una “estrategia de cinco años de casi 90 millones de dólares”.
Cooperación
Informó que en 20 años la cooperación anual fue de $us 5 millones, que, sin embargo, “ha reducido ahora por la guerra de Ucrania y Rusia, y Suecia está reorientando más apoyo a Ucrania”.
Explicó que las áreas de cooperación son medio ambiente y lucha contra el cambio climático, democracia y derechos humanos, y empoderamiento económico de las mujeres. “Trabajamos junto con la sociedad civil, autoridades locales y el Gobierno central”, precisó.
Admitió que la presencia de su país en Bolivia aumentó. Sin embargo, “después de la guerra, desafortunadamente el Gobierno ha cortado nuestro presupuesto, pero tenemos el mismo equipo”, afirmó.
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Weeks dijo que Suecia, Noruega y Luxemburgo son los países con más contribución a la cooperación internacional, incluso con fondos de más del 1% del Producto Interno Bruto (PIB). “La recomendación de la ONU (Organización de las Naciones Unidades) es 0,7%”.
Suecia
Respecto de su país y su potencial, comentó que Suecia es una nación que 1890 “era uno de los más pobres de Europa. «Luego construimos unidad y aprovechamos el no haber ido a las guerras» para industrializarnos, dijo.
Consideró que la capacidad de la nación escandinava es la innovación, y Weeks dijo que Suecia está siempre entre los países con más innovación.
Consultado sobre la sostenibilidad de la explotación minera, respondió: Esa industria tiene razón de ser en la «combinación de leyes que puedan implementarse, no puede haber leyes que no se respete, e involucramiento de la sociedad».
“Aplicamos también innovación en el sector minero; hay empresas que tienen también soluciones sostenibles”, comentó Weeks.