El expresidente del Estado y jefe nacional del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, calificó de “política” la decisión del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de anular el congreso de esa fuerza, celebrado el 3 y 4 de octubre en Lauca Ñ, Cochabamba.
“El Tribunal Supremo Electoral viola sus propias resoluciones con tal de ejecutar las órdenes políticas que recibe del gobierno para intentar proscribirnos”, escribió el jefe del MAS en X.
La tarde del martes, el vocal electoral Tahuichi Tachuichi informó la decisión del Órgano Electora de anular el encuentro del MAS y pidió la realización de otro encuentro.
Por su parte, Morales consideró que la aprobación de la convocatoria al décimo congreso de esa fuerza, por sí sola, es un reconocimiento “tácito” de su militancia.
“Si ratificaron como legal la convocatoria a cargo de la dirigencia actual del MAS-IPSP al Congreso de Lauca Ñ, no podían después cuestionar la representatividad de quienes ellos mismos autorizaron”, reclamó.
Evo Morales
De un tiempo a esta parte, Morales afirmó que el gobierno del presidente Luis Arce busca la proscripción del MAS y la inhabilitación política de su líder hacia las elecciones de 2025.
“Queda demostrado que el Tribunal Supremo Electoral actuó políticamente para completar la tarea que Jeanine Añez y los golpistas dejaron pendiente: proscribir al MAS-IPSP y defenestrar a Evo”, agregó en la publicación.
Celebrado a principios de octubre, el congreso del MAS resolvió ratificar el liderazgo de Morales en esa fuera y además proclamarlo cono “único candidato” a los comicios de 2025. Eso, en medio de cuestionamientos de organizaciones sociales del Pacto de unidad que denunciaron “exclusión de sus sectores” y desconocieron la legitimidad de lo que calificaron “una reunión de los amigos de Morales.
La anulación del congreso de MAS ocurre y sube de tono la fractura entre Luis Arce y Evo Morales, cada uno con sus seguidores que, directos e indirectos se aludieron en más de una ocasión.
Otrora elogiado ministro de Economía de Morales, Arce recibió dardo del exmandatario, que lo llamó “cajero”, “traidor” y “derechizador” del “proceso de cambio”.