El 8 noviembre de 2020, Evo Morales congratulaba a Luis Arce por el inicio de su presidencia y prometía cuidarlo. Tres años después, el mandatario y el líder del Movimiento Al Socialismo (MAS) se encuentran distanciados, bajo riesgo de ingobernabilidad.
“Junto al pueblo, cuidaremos al gobierno, a nuestro proceso de cambio, trabajaremos por la unidad y saldremos de la crisis económica por el bien de próximas generaciones”, escribía el expresidente en su cuenta de ahora X.
Arce, otrora ministro de Economía en los gobiernos de Morales, juraba a la presidencia junto con el vicepresidente David Choquehuanca, también longevo canciller de Morales. Habían ganado las elecciones del 18 de octubre con el 55,1% de los votos, luego de un año de la administración de la proclamada Jeanine Áñez y del derrocamiento de Morales.
El binomio había sido validado por el mismo Morales mientras estuvo en Argentina, luego de su asilo en México tras su renuncia del 10 de noviembre de 2019.
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Ingobernabilidad
A principios de enero de 2020, el líder del Movimiento Al Socialismo (MAS) se reunió con dirigentes del Pacto de Unidad para definir la candidatura de ese partido con miras a los comicios venideros. Además de Arce y Choquehuanca también fueron consignados como postulantes Andrónico Rodríguez y Diego Pary.
En su libro Volveremos y seremos millones (Planeta, septiembre de 2020), Morales recordó el episodio del 23 de enero:
—¡Humo blanco!
Era como en el Vaticano, con Papa bolita, no gaucho.
—¡Habemus binomio!
Morales había proclamado al binomio del MAS.
El 19 de octubre, un día después de la victoria del binomio, posteó en X: “El gran triunfo del pueblo es histórico, inédito y único en el mundo: a un año del golpe, recuperamos el poder político democráticamente con la conciencia y la paciencia del pueblo”.
Arce inició su gestión arropado por Morales, la dirección del MAS y la mayoría de diputados y senadores en la Asamblea Legislativa.
Aquel 8 de noviembre, en su discurso de posesión en la Asamblea Legislativa, reivindicó la “recuperación de la democracia”. “Nuestra patria enfrenta una triple crisis: política, sanitaria y económica. En un año se retrocedió en todas las conquistas del pueblo boliviano”, reclamó Arce.
Incluso en momentos difíciles, cuando la oposición y la dirigencia cívica de Santa Cruz acechaban con movilizaciones, el MAS mostró unidad en torno a Arce.
El 25 de agosto de 2022, Arce, Choquehuanca y Morales defendieron su gobierno con la denominada “Marcha en Defensa de la Democracia y la Reconstrucción Económica” que llegó a La Paz.
Sin embargo, días después la situación de unidad cambió. A principios de septiembre, Morales denunció en el Chapare un “plan negro” en su contra y de la dirigencia de la Seis Federaciones del Trópico.
Denuncias
Apuntó a algunos ministros de Arce y comenzó con una serie de denuncias contra la gestión gubernamental. Incluso dijo que “el MAS no está en el gobierno”.
Lo acompañaron en la arremetida los colaboradores más cercanos de sus gobiernos, al punto de denunciar también protección al narcotráfico, “negociados” por el litio atribuidos al hijo de Arce, “traición” y “derechización” del Gobierno, entre otros.
“En el gabinete (Arce) era conocido como ‘cajero’, no como ideólogo”, espetó Morales a finales de septiembre reciente.
Y Arce replicó: “Yo no tengo problema que me llamen como quieran, los resultados (de la gestión) son los que cuentan”.
La disputa política generó división entre arcistas y evistas, visible en la Asamblea Legislativa.
El conflicto interno se decantó en el X Congreso del MAS de Lauca Ñ, del 3 y 4 de octubre, que proclamó “único candidato” a Morales y conoció la “autoexclusión” de Arce y Choquehuanca. Y éstos fueron respaldados por el cabildo del Pacto de Unidad del 17 de octubre, en El Alto, que planteó también la recuperación de la sigla.
(08/11/2023)